Milicianos vinculados a Al-Qaeda tomaron el control total de la ciudad iraquí de Faluya, al oeste de Bagdad, al cabo de combates en este bastión sunita, contrario al primer ministro chiita Nuri al Maliki.
Por el momento, no se conoce el balance global de la violencia que sacudió a Faluya, a 60 kilómetros al oeste de Bagdad, ni a Ramadi, 50 kilómetros más al oeste, esta semana, pero según responsables más de cien personas han muerto, entre ellas 32 civiles el viernes, 55 combatientes vinculados a Al-Qaeda y ocho soldados iraquíes ayer.
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“No descansaremos hasta que eliminemos a todos los grupos terroristas y salvemos a nuestro pueblo en Al Anbar”, aseguró el primer ministro Nuri al Maliki, según declaraciones citadas por la televisión de Estado Iraqiya.
Los combates entre insurgentes y fuerzas de seguridad empezaron el lunes en Ramadi a raíz del desmantelamiento de un campamento de opositores al Gobierno, que Maliki consideraba como un “nido de Al-Qaeda”. La violencia se propagó después a Faluya.
La provincia de mayoría sunita de Al Anbar se ha convertido desde hace un año en el epicentro de las protestas contra Maliki, un chiita acusado de acaparar el poder y marginar a los sunitas.
Estados Unidos declaró que estaba vigilando de cerca la situación en Al Anbar y condenó a los combatientes vinculados a Al-Qaeda por cometer “barbaries”, en un comunicado del Departamento de Estado.
“Faluya está bajo control del Estado Islámico en Irak y en Levante (EIIL)”, pero “los sectores alrededor de Faluya (60 kilómetros al oeste de Bagdad) están en manos de la policía local”, dijo una fuente de los servicios de seguridad.
La misma fuente agregó que el grupo extremista sunita “designó un gobernador” para la ciudad, declarada el día anterior como “Estado Islámico” por el EIIL.
SIN ELECTRICIDAD
La electricidad está completamente cortada y los grupos electrógenos no funcionan a causa de la falta de carburante. Largas colas se formaban frente a las panaderías abiertas.
El comandante de las fuerzas terrestres iraquíes, el general Ali Ghaidan Majeed, explicó a la AFP que la Policía y miembros de tribus intentaban expulsar a los insurgentes de Ramadi, con el apoyo del Ejército, y que las autoridades multiplicaban los esfuerzos por “resolver la situación en Faluya”.
Hay tres grupos en el terreno: las fuerzas de seguridad y sus aliados de tribus, el EIIL, y miembros del “Consejo militar de las tribus”, antigobierno, añadió.
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