El viernes de esta semana, 10 de enero de 2014, se cumplirá el 36 aniversario de la muerte del doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (PJChC), Héroe Nacional, Mártir de las Libertades Públicas de Nicaragua y Director Mártir de LA PRENSA.
El doctor Chamorro Cardenal fue asesinado, el 10 de enero de 1978, en una calle céntrica de la vieja Managua, por sicarios de las fuerzas oscuras de la dictadura —de todas las dictaduras— debido a su incansable e irreductible lucha por la libertad, la democracia, la justicia y el respeto a los derechos humanos de las personas, independientemente de su condición social, credo o filiación política. Y fue asesinado también para que no pudiera seguir luchando ni encabezando la lucha democrática, cuando ya se vislumbraba el fin de la dictadura imperante en ese entonces y la posibilidad real de que Nicaragua volviera a ser República, como él lo reclamaba. Sin embargo, igual que el Cid, después de muerto el doctor Chamorro siguió luchando contra aquella dictadura, y contra la siguiente, y sigue inspirando ahora la lucha contra la que impera en la actualidad.
En el sitio donde el doctor Chamorro Cardenal fue asesinado, se alza ahora una estatua que fue erigida por disposición del actual Gobierno. La estatua fue inaugurada oficialmente el 23 de septiembre del año pasado por una discreta representación gubernamental, con la presencia de familiares cercanos del doctor Chamorro. La nobleza obliga a reconocer el gesto de mandar a erigir la estatua del doctor Chamorro Cardenal — a pesar de que esto no ha sido una graciosa dádiva, sino el pago de una deuda histórica—, independientemente de cual fuera la motivación del Gobierno y el objetivo que persiguiera. Sin embargo, necesario es señalar que este gobierno no representa los principios y valores por los cuales ofrendó su vida el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.
El doctor Chamorro Cardenal proclamó que la única revolución que se debía hacer en Nicaragua, era la revolución de la honestidad, pero no es eso lo que hay actualmente en el país, sino lo contrario. El doctor Chamorro luchó porque hubiera en Nicaragua elecciones periódicas libres y limpias; por la alternancia en el ejercicio del poder; por la separación e independencia de los poderes del Estado; por la vigencia de un Estado de Derecho real y efectivo; por la independencia de la justicia; por la solidaridad y la justicia social sin contaminaciones populistas ni manipulaciones clientelistas; por la libertad de prensa irrestricta y sin acumulación monopolista de medios de comunicación en manos del gobierno ni de los gobernantes; luchó contra el pactismo corrupto como medio de crear dictaduras y sostenerlas abiertamente o de manera solapada, etc.
Ninguno de esos valores democráticos existe en Nicaragua con el Gobierno actual y la República que soñó y por la cual luchó el doctor Chamorro Cardenal, sigue siendo una tarea pendiente. Como pendiente está la inauguración verdadera, democrática y patriótica, de la estatua del doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Monumento que debe ser inaugurado este 10 de enero de 2014, por quienes de verdad honran su pensamiento, levantan su bandera patriótica y luchan para que Nicaragua vuelva a ser una República democrática.
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