Tania Sirias
Las calles de San Juan del Sur se vieron alteradas en su cotidianidad con la llegada de un turista muy especial. Quienes lo reconocieron pedían tomarse fotos con él y este accedía gustosamente. No era un turista cualquiera y tampoco era la primera vez que estaba en el país, sin embargo las circunstancias esta vez eran distintas. Jimmy Carter, expresidente de Estados Unidos, había llegado a pasar las fiestas de fin de año con 30 personas, entre estas su esposa, hijos, nietos y personal del servicio secreto estadounidense.
¿Qué lo trajo a Nicaragua? ¿Recibió una invitación del gobierno de Daniel Ortega? La respuesta es sencilla, relató el ingeniero Antonio Lacayo, exministro de la Presidencia en el periodo de Violeta Barrios de Chamorro. “El jefe de la seguridad secreta del expresidente es de origen nicaragüense”.
Lacayo pudo conversar con el expresidente Carter en el Bar Iguana en San Juan de Sur, donde el exmandatario le comentó que se entusiasmó con la idea de regresar, luego que Alejandro Mántica, el jefe de su seguridad y con quien lleva diez trabajando, viniera a Nicaragua a la boda de un pariente.
“Carter le envió una carta en mayo a Daniel Ortega donde le informaba que llegaría al país en fin de año, pero al parecer no le contestó. A pesar de eso vino y la pasó muy bien en San Juan del Sur y en Ometepe”, dijo Lacayo.
A pesar de sus 89 años, a Carter se le vio disfrutando del Canopy Tour Flying Frog, además timoneó el ferri que lo transportó a la isla de Ometepe. En la isla también se tomó fotos con los turistas. “Esto es un respaldo al país, no al Gobierno”, expresó Lacayo quien dijo que esto ayudará a promover el turismo en nuestro país, pues esta visita dice que Nicaragua cuenta con playas hermosas y seguridad ciudadana.
EL BLOQUEO A SOMOZA
Jimmy Carter (presidente de Estados Unidos 1977-1981) fue una pieza indispensable para terminar con la dictadura somocista que llevaba casi 40 años en el poder, relató Antonio Lacayo. En el año de 1979, faltando dos años para que Carter entregara el poder, ya que no fue reelecto, tomó la decisión de no apoyar las dictaduras en América Latina, debido a su labor como defensor de los derechos humanos.
En ese año, sostuvo conversaciones y acuerdos con el entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, quien era amigo personal del director de LA PRENSA, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.
Virgilio Godoy, candidato a la Vicepresidencia, llama a conferencia en la mañana y denuncia un fraude electoral.
Lacayo fue llamado por Jimmy Carter al centro donde operaba el poder electoral, donde estaban los observadores electorales.
En la oficina también espera Bayardo Arce, jefe de campaña del FSLN, donde se les pidió a ambos aceptar los resultados electorales sin denunciar fraude o las elecciones serían canceladas, ya que contaban con expertos observadores.
Lacayo relató que pasaron muchas cosas por su mente, pero al final respondió que iban aceptar los resultados. “Me fui con mi esposa Cristiana y hablamos con doña Violeta para que animara a las personas a salir a votar. Si la mayoría salía a votar era difícil que aquí se cometiera un fraude electoral. Cuando ella salió de la mesa donde iba a votar, ella dijo que con tinta o sin tinta se tenía que ir a votar”, dijo Lacayo.
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Lacayo recuerda que tras el asesinato del Mártir de las Libertades Públicas el 10 de enero de 1978, Carter “se convierte en un abanderado de esa lucha, entregando armas a los sandinistas para acelerar el proceso de derrocamiento de la dictadura somocista”.
El expresidente Carter de alguna manera bloqueó el flujo de pertrechos para Anastasio Somoza Debayle, los cuales venían en un barco proveniente de Israel y que fue imposibilitado para llegar a Nicaragua. El barco fue desviado hacia Guatemala, pero nuevamente el desembarco fue bloqueado por Estados Unidos.
“Entre junio y julio (de 1979) los pertrechos de la Guardia somocista se fueron agotando y por eso Carter fue fundamental en el derrocamiento de la dictadura”, comentó el exministro de la Presidencia. A su juicio, “Somoza se confió con Carter” ya que jamás imaginó que esto acabaría con la dictadura somocista.
ORTEGA Y REAGAN
Una vez que sube al poder el gobierno revolucionario, Carter le brinda apoyo y decide recibir a los miembros de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional en Estados Unidos, entre estos Daniel Ortega y Alfonso Robelo, donde aprobó los primeros 70 millones de dólares en apoyo para Nicaragua.
Lacayo afirmó que las cosas cambian para los sandinistas con la llegada al poder del presidente Ronald Reagan en 1981, quien brinda su total respaldo a la Contra y Nicaragua está sumida en una guerra civil. A mediados de la década de los ochenta se firman los Acuerdos de Esquipulas para resolver los conflictos militares en la región y Ortega acepta convocar a elecciones en 1989.
COMO OBSERVADOR ELECTORAL
El expresidente Jimmy Carter viene a Nicaragua meses antes de las elecciones presidenciales de 1990, donde es invitado por el gobierno sandinista a participar como observador electoral, junto con la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), así como delegados de diferentes partidos de todo el mundo.
“El Frente Sandinista permitió una amplía observación electoral, pues confiaban en el respaldo popular, contrario a lo que ahora ocurrió en las últimas tres elecciones”, dijo Lacayo, quien era el jefe de campaña de la Unión Nacional Opositora (UNO).
Recordó que la noche del 25 de febrero, a las siete de la noche ya se tenía el primer conteo donde se daba como ganador a la UNO, pero el presidente del Consejo Supremo Electoral, Mariano Fiallos, no daba el reporte preliminar, razón por la cual se fue hasta las oficinas para ver qué ocurría.
“No daban los resultados porque el presidente Ortega estaba atendiendo delegaciones, pues él estaba seguro que ganaría las elecciones. Tuvieron que llamarlo y se tuvo que ir a una reunión a la casa de campaña del Frente Sandinista, cerca de la Radio Ya”.
ENTREGAR O NO EL PODER
Jimmy Carter se dirigió a la casa de campaña del Frente Sandinista y luego se reuniría con la recién electa presidenta Violeta Barrios de Chamorro en su casa.
Lacayo narró que Carter esperó alrededor de una hora para ser atendido por Ortega, quien se encontraba reunido con los comandantes y miembros del Ejército y del Estado Mayor.
“En ese momento los comandantes estaban decidiendo si aceptaban o no reconocer los resultados electorales. Como las paredes eran de madera se escuchaba todo lo que discutían y gente que estaba ahí se enteró de quiénes estaban a favor de entregar el poder o no”, relató Lacayo aunque no quiso precisar nombres, a pesar de insistir.
Agregó que los miembros del Ejército tomaron la posición de aceptar los resultados. Una hora después decidieron recibir a Carter y este les dijo que debían aceptar la derrota electoral.
ORTEGA PIDIÓ TIEMPO
Luego de la reunión entre Carter y Ortega, este le pidió un tiempo para dar a conocer los resultados y el expresidente norteamericano se fue casi a medianoche a la casa de Violeta Barrios para felicitarla, ya que era la nueva presidenta de Nicaragua.
“Doña Violeta aceptó darle el tiempo a Ortega para anunciar los resultados. Desde ahí se vio que ella no tenía interés de aplastar a nadie, lo que quería era pacificar el país y enderezar la economía”, dijo el exjefe de campaña de la UNO.
A pesar de que el trabajo del Centro Carter como observadores había culminado luego de las elecciones, Jimmy Carter ayudó al país en el proceso de transición, ya que Nicaragua venía de un proceso de guerra y se necesitaba hacer una entrega pacífica del poder.
En la reunión entre el Gobierno entrante y el saliente se habló del futuro del Ejército, de la Contra y la reforma agraria, entre otros temas donde Carter aconsejó hacerlo de conformidad con la Ley. Luego regresó en 2006 como observador electoral, cuando el Frente Sandinista retoma el poder luego de tres gobiernos liberales.
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