Edgard Rodríguez
¿Qué fue lo más raro que se vio en la Liga Profesional? A simple vista hay dos detalles: Darwin Sevilla convertido en shorstop titular del Bóer y Cairo Murillo en mánager salvador de los Tigres.
Sevilla venía de ser descartado por el Oriental, y antes, había bateado .238 en el Pomares. Así que no había referencias como para prever su ascenso. Pero el chavalo ha jugado a lo grande.
Como mentor, Cairo tuvo una breve experiencia hace diez años en una liga juvenil en Nandaime. Nada más. Ni en Mayor “A”, ni Pomares. Pero mostró liderazgo y sacó a flote al Chinandega.
Sin embargo, hubo más detalles sorprendentes. El Bóer terminó en primer lugar y no en el último, como algunos sospechábamos. Y Rivas, que armó un trabuco, aún lucha por ir a la Final.
El Bóer del Pomares lucía mejor que la tribu al inicio de la liga, pero su combatividad lo mantuvo a flote, mientras se acomodaban las piezas. Y Rivas pasó de meter miedo, a irrespetado por sus rivales.
Pero aún más detalles que han causado asombro. Juan Carlos Urbina ha jugado el torneo de su vida. Se instaló en tercera base y desplazó a Juan Oviedo, quien venía de ser clave para el Bóer.
Y en el otro extremo, Ramón Flores terminó como el noveno bate en Rivas. Flores disparó 13 jonrones en la pasada liga. Y dio nueve en México. Con el Rivas, ni uno.
Juan Castro parecía que no duraría una semana en el Bóer, pero fue el único mentor terminó en pie, mientras Marvin Martínez no se acobardaba como reemplazo de Yurendell Decaster.
Ahora viene la serie entre Tigres y Gigantes, pero de acuerdo a lo que hemos visto, no nos asustemos por nada.
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