Lucía Navas
La reforma administrativa al reglamento de la Ley de Seguridad Social obliga al cotizante a trabajar más años si quiere obtener la pensión que hubiese recibido previo a la reforma impulsada por el Gobierno, los empresarios y sindicatos sandinistas.
Pero aún si se trabaja y cotiza cuarenta años de forma ininterrumpida, el futuro jubilado no logrará obtener el ochenta por ciento de su salario en concepto de pensión que sí hubiese recibido antes de la reforma al sistema de pensiones.
Manuel Israel Ruiz, experto en temas de Seguridad Social, sostiene que esto es parte de las repercusiones del cambio de fórmula para calcular la pensión que contempla la reforma al Artículo 85 del reglamento de la Ley de Seguridad Social.
Gustavo Porras, diputado sandinista y presidente del oficialista Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), reconoció en entrevista con el Canal 2 de televisión que, por el cambio de la fórmula para calcular la pensión, “se va a tener que cotizar un poco más para alcanzar ese ochenta por ciento” que se podía obtener en el sistema anterior. Pero ni así se logrará ese porcentaje, según el experto Ruiz.
“Usted asegurado actual va a pagar más, pero recibirá menos pensión. La persona que cotiza más semanas se ve más impactada”, afirma Ruiz.
Luis Barbosa, sindicalista del FNT.
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Manuel Ruiz, experto en Seguridad Social.
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Usa de ejemplo la tabla del INSS para calcular la pensión, en donde con el sistema anterior, “un trabajador que cotizaba sobre 8,000, 10,000, 20,000 córdobas en promedio mensual y que trabajó durante 15 años y cotizó 780 semanas (superiores a las 750 que manda la ley) podía recibir al jubilarse el 57.75 por ciento del salario promedio cotizado”.
“Pero con la reforma, al cambiar la fórmula del cálculo de la pensión, va a recibir el 50.80 por ciento de su salario sobre el que cotizó. Eso es una pérdida de 6.95 por ciento del dinero por pensión mensual”, sostiene Ruiz.
Los cálculos de los porcentajes de las futuras pensiones (ver infografía) son para los cotizantes al INSS con promedios salariales iguales o superiores a 7,500 córdobas.
PÉRDIDA GRADUAL SERÁ MAYOR
Gradualmente, la pérdida de dinero en concepto de pensión aumentará en la medida de que los años laborados incrementen, llegando a márgenes de hasta el diez por ciento.
La reforma administrativa entró en vigencia el 1 de enero de 2014 vía decreto del presidente inconstitucional Daniel Ortega, luego que la aprobó el consejo directivo del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que integran miembros del Gobierno, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), de las clínicas previsionales y sindicatos sandinistas.
GOLPE A CLASE MEDIA
La afectación también es para aquellos trabajadores que pagan al INSS sobre el nuevo techo máximo cotizable. Se reformó el Artículo 16 del reglamento de la Ley de Seguridad Social y se movió de 37,518 córdobas mensuales el salario máximo sobre el cual se cotiza a 54,964 córdobas para 2014.
Ese techo subirá a 72,410 córdobas en 2015 y para el 2016 la decisión fue de que ese techo se ajustará aplicando la variación anual del salario promedio de los asegurados, que los últimos años ha promediado entre un 8 y 9 por ciento por año.
Ruiz dice que el perjuicio con este movimiento está primero con el grupo cuyos salarios están entre los 37,518 y menos de 54,000 córdobas, porque van a cotizar más al INSS, pero recibirán igual una pensión menor al jubilarse que la que hubiesen recibido previo a la reforma.
BARBOSA: HABÍA QUE COMPARTIR COSTOS
Pero como la pensión máxima que paga el INSS a un jubilado no se modificó en la reforma administrativa, el grupo de trabajadores que devengan un salario mayor a los 54,964 córdobas recibirá una pensión techo equivalente a 1,500 dólares. Este grupo perderá entre 100 y 150 dólares en concepto de pensión mensual al jubilarse.
Luis Barbosa, secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores José Benito Escobar (CST-JBE), filial del FNT, dice que la reforma afecta “principalmente a la clase media” al moverse el techo salarial cotizable, “para que pague más el que gana más”.
Acepta que el cambio de fórmula sí causa que “haya una pequeña reducción de un dos o tres por ciento”. Argumenta que la reforma contempla “los costos compartidos” porque al empleador se le incrementa entre 2014 y 2017 tres puntos porcentuales la cuota de cotización y el Gobierno empezó a honrar la deuda de unos 600 millones de dólares con el INSS.
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