Un joven de 17 años, que permaneció en manos de Sendero Luminoso desde que tenía seis meses de edad, se reencontró el miércoles con su madre tras haber huido de un campamento de ese grupo armado en el sureste de Perú, informó el ejército.
La reunión entre el joven, de iniciales RGV, y su madre, María Vargas, de 32 años, se produjo en un cuartel del ejército peruano en la localidad de Kimberi, en la región Cusco.
El joven narró a los periodistas que el pasado 4 de enero se entregó a una patrulla militar en la zona de Kimbiri, después de haber huido de un campamento de Sendero Luminoso.
Según la madre, su hijo fue secuestrado por su hermana, una militante de esa guerrilla, cuando tenía seis meses de edad, el 30 de agosto de 1996 en Vizcatán, una zona de ceja de selva en el sureste de Perú, donde la guerrilla de origen maoísta se asentó desde que surgió en 1980.
El joven sostuvo que durante casi 17 años estuvo en manos de una columna de Sendero Luminoso liderada por la camarada 'Vilma', que es la hermana de su madre.
El General Marino Ambia, jefe de la Trigésima Primera Brigada de Infantería, de la región Cusco, instó a otros jóvenes reclutados por la guerrilla a abandonarla y reincorporarse a la vida civil.
Sendero Luminoso ha mantenido desde hace casi dos décadas campamentos en la ceja de selva del sureste peruano, en una zona denominada Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), en los cuales aún tiene cautivos a jóvenes que reclutó siendo niños.