Noel Amílcar Gallegos
Los pobladores pidieron que se construyan unos reductores de velocidad sobre la vía para evitar desgracias.
Se quiso obtener la versión de la municipalidad, pero fue difícil. Extraoficialmente se conoció que el adoquinado fue de 773 metros lineales y a un costo de un millón y medio de córdobas.
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El paso del camino principal de la comunidad Villa Monte Fresco, que conecta con otras poblaciones, tiene otra imagen gracias a la lucha que por años impulsaron los vecinos de esa zona ante las autoridades municipales de la ciudad de Masaya.
Sobre el adoquinado de esta comunidad, ubicada al sureste de la ciudad, los vehículos circulan en mejores condiciones y los transeúntes acortan camino.
Según los pobladores, la gestión de este proyecto significó sudor, tiempo, dinero, desplantes y molestias, pero al fin vieron su sueño realidad.
“Cuando yo vine a esta zona en los años noventa, esto era puro monte. Con otra vecina, iniciamos a realizar las gestiones, nosotros primero emparejamos el camino con nuestro propio esfuerzo. La lucha fue desde aquellos años hasta esta fecha. En este camino solo a pie se podía transitar, aquí no entraba ningún taxi a sacar algún enfermo. Aquí era terrible”, recordó doña Leonor Alvarado, impulsora de la obra.
HAY QUE EXIGIR
Antonio Martínez, líder de esta comunidad, dijo: “Yo apoyé a esta gente, y a los comunitarios les dije que había que a poyar porque era un beneficio para nosotros mismos”.
“Aquí la gente está muy contenta. Insto a los líderes de otras comunidades a que no se desanimen, y que sean insistentes por el bien de sus lugares, hay que organizarse. Como dice este Gobierno: no hay que pedir, hay que exigir, y que no se enojen los funcionarios públicos, o si no que renuncien”, enfatizó Martínez.
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