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Pensamiento estratégico y sector privado

Mario Arana

El 22 de noviembre pasado, se dio un evento en Nicaragua que revaloriza la visión colectiva de largo plazo, el liderazgo, la educación profesional, y el compromiso con el desarrollo del país. Si estos valores y voluntades se potenciaran aún más por parte del sector privado, se apoyaría mejor al país en sus desafíos futuros. La Fundación Uno, liderada por Ernesto Fernández Holman, convocó a un homenaje en honor a Roberto Incer Barquero. Más de doscientas personas del sector privado, de los mejores liderazgos y poder intelectual y económico del país, se reunieron para reconocer a Roberto.

El evento fue un tributo a quien apostó por una visión fresca sobre desarrollo y la educación y capacitación de muchos de los mejores profesionales y líderes empresariales del país en los setenta. El Banco Central de entonces y del cual Roberto fue presidente por diez años, además de ser promotor de desarrollo, fue cantera de formación de capital humano que además podían acceder a las mejores universidades del mundo becados por el Banco, y que luego regresaron al país a contribuir a su desarrollo. Los impulsos desarrollistas fueron múltiples entonces, promoviendo desde el turismo, hasta fondos de inversión que dieron estabilidad macroeconómica y crecimiento, a pesar de condiciones adversas naturales, internacionales y políticas.

En cierta forma, Roberto Incer fue un integrador del liberalismo clásico en Nicaragua, apoyando la igualdad de oportunidades para todos, el modelo exportador liberal y la clase social que lo encarnaba. Las ambiciones de Somoza descarrilaron ese proceso con las consecuencias de retroceso económico conocidas, pero no resta mérito a lo que pudo haber sido del desarrollo de Nicaragua, a partir de su base acumulada de capital físico y humano hasta entonces, de no haberse dado la ruptura radical que se produjo.

Hoy vemos la emergencia de una nueva clase económica y social en Nicaragua, producto del progreso, y en parte también encarnada por la revolución que impulsa el actual Gobierno. Todavía se tiene el reto de encontrar los balances necesarios para asegurar que el país avance sin volver a caer en sacudidas de inestabilidad que han hecho mucho daño al progreso en el pasado. Más que una nueva ruptura con su pasado o bandazos en el futuro, el país necesita adicionalidad y complementariedad en esta época de dudas ideológicas y crisis de modelos de desarrollo económico y político en América Latina. La responsabilidad está en construir bases sólidas de sostenibilidad.

Este encuentro lleva a pensar no obstante, que permanece el reto de lograr avanzar más en una visión de nación compartida más incluyente, coherente con un mundo globalizado, y habrá que darle aún más importancia a la educación profesional que la que se le da hasta la fecha, dados los nuevos tiempos. Igual, es central darle más peso a la construcción de una institucionalidad democrática que logre mayor equidad, como parte fundacional del desarrollo y la estabilidad de largo plazo.

Eventos como este, que representan un liderazgo ético y que convoca, deben inspirar a un compromiso de nuevo tipo y romper el círculo vicioso de viejos antagonismos, y donde el sector privado debe continuar avanzando en ir asumiendo un compromiso aún más amplio. Se debe de ir más allá del corto plazo, y tener un pensamiento y accionar también estratégico. Esto es válido también para toda América Latina.

Tenemos que repensarnos permanentemente y conversar más como país y región, hacia donde queremos ir como sociedad, a partir de un diagnóstico franco de nuestras fallas y aciertos. Cimentar un acuerdo de estabilidad a largo plazo es uno de esos desafíos principales. Las brechas de ingresos hasta la fecha y el punto de partida de la historia que la explica, han hecho bien difícil encontrar un buen balance acá y todavía en buena parte de América Latina, pero todos tenemos que lidiar con ese desafío de manera decidida, izquierda y derecha, si queremos un verdadero desarrollo sostenible. El autor es doctor en Economía

Opinión estrategias pensamiento archivo

COMENTARIOS

  1. Pedro Arauz
    Hace 10 años

    Que pena escuchar un mensaje tan vendido y entreguista de quien yo pensaba tenia character y criterio!
    Habla de la “revolucion” de este gobierno de Ortega? La unica revolucion que involucro a Ortega fue cuando el pueblo lo saco a punta de votos en el 89 y no solo sacando a Ortega sino a toda esta actitud entreguista y vendida. Que pena Don Mario, que pena pero para eso son estos coladores, todos vemos ahora quien es quien asi que despues no preguntes porque fuistes de los tibios expulsados.

  2. qué decepción leerte
    Hace 10 años

    Qué pena leerte así y no resconocer a aquel que contribuyó para fpmentar valores éticos y morales dentro de la sociedad demócrata en el gobierno de Bolaños ¿Qué te pasó? uno más que cambia para su propio beneficio. Triste, triste… Jamás cooperaré con lo que está basado en la inconstitucionalidad. Decepción absoluta. Que Dios nos proteja de estos camaleones, que cambian según el son que les toquen. tengo verguenza ajena…qué triste.

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