Hamacas para Italia

Wendy Álvarez Hidalgo

Cuando Gabriele Barzaghi, oriundo de Milán, Italia, llegó a Nicaragua a principios de la década del noventa, se encontró con una economía devastada, herida por la funesta guerra civil de los ochenta. El país estaba hecho pedazos, como naipes que se caen sobre la mesa. Vino como voluntario de paz para apoyar a comunidades en la reconstrucción de escuelas, centro de salud y asistencia técnica.

En ese ir y venir de una comunidad a otra, Gabriele conoció el arte de fabricar hamacas nicaragüenses, hecha de forma rústica por manos de artesanos de Masaya. De inmediato, este italiano supo que si les ayudaba a mejorar sus técnicas y calidad podría ser un buen comienzo para superar los estragos que el conflicto bélico había causado en estas familias. Intentó levantar una escuela taller, para que tecnificaran sus productos, pero varios desistieron seguir participando y por tanto, la idea del italiano se quedó flotando en la mente. El desánimo parecía haberle ganado al entusiasmo. Pero no fue así.

En 1996, años después de querer emprender el programa de apoyo, conoció a un artesano nicaragüense, a un mecánico y a un informático para emprender lo que hoy es Producciones y Exportaciones El Güegüense. El artesano aportó su conocimiento, el mecánico ideó pequeñas máquinas artesanales para fabricar hamacas y Gabriele consiguió una alianza con una empresa italiana que hasta hoy compra gran parte del producto y lo vende en ese mercado europeo.

Comenzaron siendo empleados y socios del negocio, pronto se convirtieron en empleadores de 10 artesanos de Masaya y ahora los han elevado a 25, y durante la época de más pedidos la planilla se incrementa a 40. En esta empresa —que puede llegar a exportar hasta 3,000 hamacas de diferentes diseños— los artesanos, que tradicionalmente se han dedicado a fabricar estas piezas para el descanso y el ocio, llegan a perfeccionar su técnica.

Hoy la empresa cuenta con modernas máquinas, pero no siempre fue así. Cuando comenzaron, cuenta Arlan Hernández, las hamacas se tejían en base de montajes rústicas, pero dentro de la misma empresa se han diseñado mesas de trabajo con medidas estándares que permiten que haya más comodidad para el tejedor. “Si vas a los talleres de Masaya, los artesanos trabajan de pie, y después de ocho horas esos hombres terminan sin pies, sin hombros, cansados”, afirma.

Estos últimos días, la vida de estos socios y sus empleados han estado bastante agotadores. Trabajan a toda máquina para enviar a Italia un pedido de 1,000 hamacas, cuyo material no se produce en Nicaragua, sino que se importa de esa nación europea.

Además, en las próximas semanas también tienen que enviar otro cargamento a Canadá, el segundo mercado de importancia de esta empresa.

SORTEAR LA CRISIS

En el crecimiento de esta empresa de raíces nicaragüenses, la alianza con La Rete, compañía radicada en Italia, ha sido clave. El coletazo de la crisis económica en Europa ha mermado las ventas en los últimos años y por eso, los socios están apostando a penetrar al mercado nacional. Y es que desde que nació esta compañía, lo hizo viendo hacia el exterior.

Denis Gómez, gerente general de Producciones y Exportaciones El Güegüense, explica que para sortear los efectos de la crisis externa están apostando por la innovación para abrirse mercado a nivel local y mantenerse en el internacional.

Las hamacas que asemejan a nidos de pájaros han ido perfeccionándose. Se han mejorado los acabados y se les han incorporado piezas de metal para darle más resistencia al producto, explica Guillermo Najarro, socio de la compañía.

Gabriele dice que su país aprecia la calidad de estas hamacas, que pueden llegar a venderse a más de 56 dólares.

“Yo he aprendido este arte con ustedes, pero lo he perfeccionado. Cuando supe que no podía ayudar a los artesanos a que mejoraran sus técnicas y calidad, me propuse con los socios a probar suerte abriendo una empresa y creo que nos ha ido bien”, sostiene mientras empaca una de las hamacas donde cualquier italiano tomará la siesta en los próximos meses.

Y ahora, esta empresa no solo fabrica hamacas, también diseña y exporta muebles.

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