Por Eduardo Cruz
Lo tomé como quien toma a un niño tierno, con ternura, le limpié la tapa, lo abrí, pasé con rapidez cada una de sus páginas, buscando comprobar si estaba completo o mutilado. Suprimí cualquier gesto externo de alegría para evitar que el vendedor se enterara que acababa de encontrar mi tesoro y le pregunté el precio con total indiferencia. “Cuesta 200 córdobas”, me respondió. Y, aunque normalmente pido rebaja en los libros usados, en esa ocasión pagué el precio inicial.
Un Sitio en la Cumbre lo había buscado en todas las tiendas de libros de Managua, tanto usado como nuevo. Desde que inicié su búsqueda, allá por el año 2008, por ser un libro publicado en los años ochenta, pronto me di cuenta que lo encontraría primero en los libros usados que en las tiendas de libros nuevos.
En los últimos meses lo había buscado con mayor insistencia. Visité la tienda Literato y la librería Hispamer. Fui al Centro Comercial Managua, en una tienda de libros de don Aldo Díaz. Lo busqué en una librería que está frente al estadio de futbol Cranshaw. Les cuento, no hay muchas tiendas de libros nuevos en la capital.
También busqué en las ventas de libros usados del Mercado Oriental, del Israel Lewites y del Roberto Huembes.
En Literato y en Hispamer el tiempo pasa volando entre tantas maravillas de libros. Libros de autoayuda, biografías de grandes personajes, novelas. Ahorita están de moda los libros sobre narcotráfico. También están los libros clásicos, como El Principito, Drácula de Bram Stoker, La Ilíada, Poema del Mío Cid , entre muchos otros.
Hace poco fui a la nueva tienda de Hispamer con mi amigo Emiliano Chamorro, a buscar libros (yo siempre andaba en la búsqueda de Un Sitio en la Cumbre ), y se nos fue más de una hora en un suspiro. Emiliano estaba encantado con todos los libros que vio y no pudo evitar la tentación, compró dos libros.
Yo localicé Las Aventuras de Pinocho . Vi la película en dibujos animados, pero nunca había leído el libro. Mientras se avanza en las páginas de ese libro no se puede evitar el deseo de tener cerca a Pinocho y “pegarle una buena regañada”. ¡Qué ingenuo era! Y el pobre papá, Gepeto, cómo sufría con ese hijo de madera tan imprudente y desobediente.
Estar en una tienda de libros nuevos es una experiencia grata. El libro de Pinocho lo tomé, comencé a oler sus páginas nuevas, ¡qué rico! A estas tiendas llegan personas con alto nivel cultural, muchas mujeres, extranjeros y también estudiantes. Los libros están ordenados de acuerdo a temáticas: cocina, infantiles, Derecho, Informática, novelas, entre otros.
En las tiendas de libros usados no me atrevo a oler las páginas. Pero, ¡cómo se disfruta también! Allí no hay un orden, un libro de Gabriel García Márquez puede estar junto a un libro de Carlos Marx. Hay muchos libros de izquierda en los usados, especialmente de escritores rusos, alemanes o mexicanos. Ah, y los principales compradores son hombres adultos con cara de “yo leo mucho”.
He leído sobre la venida de los españoles a América, pero cuando en el Mercado Israel Lewites, en los libros usados, encontré el libro Historia verdadera de la conquista de la Nueva España , de Bernal Díaz del Castillo, quedé encantado de leer con lujo de detalles sobre cómo era la vida de los indígenas, nuestros ancestros y cómo se produjo la Conquista. Y lo mejor de todo, ¡lo compré por solo 120 córdobas!
Ahí estaba otro tesoro, entre libros viejos, polvosos, que te causan alergia en la nariz, pero que al igual que un libro nuevo, te alimenta el alma y el espíritu.
Buscando Un Sitio en la Cumbre descubrí un nuevo mundo en Managua, el mundo de los libros, nuevos y usados. Todavía estoy buscando otros libros que espero encontrarlos, no importa dónde, ya sea entre los nuevos, o entre los usados.
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