[/doap_box][doap_box title=”Algunos heridos” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
Keyling García, de 20 años, y su hijo de 5 años, ingresado en el Hospital Materno Infantil-Mauricio Abdalah, son originarios del reparto Divino Niño, Chinandega.
Luvi del Rosario Sarmiento Medrano y Marta Lorena Mayorga, ambas de Corinto, con fracturas en brazos; además se reporta con lesiones Jessenia del Carmen Flores, de Managua.
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Saúl Martínez y Luis E. Martínez
El vuelco del bus Gaby procedente de Guatemala dejó 40 pasajeros lesionados que fueron trasladados hacia el Hospital España de Chinandega, la mayoría son nicaragüenses. Por la tarde de ayer permanecían en observación 13 personas.
Luis Manuel Martínez Guerrero, de 39 años, de Mateare, Managua, ayudante de la línea, quedó prensado entre la chatarra del vehículo. Ayer se encontraba estable y fue el más grave tras el vuelco.
El accidente ocurrió a la 1:30 de la madrugada cuando el conductor perdió el control del vehículo, en Santa Marta, una curva cerca del empalme hacia el poblado El Triunfo, en Choluteca, Honduras, tres kilómetros antes de ingresar al puesto fronterizo El Guasaule.
“Nos ayudaron amigos camioneros de El Salvador y Honduras que nos encontraron por ahí, llamamos a las ambulancias de Somotillo para el traslado de los heridos”, dijo Kevin Santana, ayudante e hijo del dueño del bus.
DOS MUERTOS EN MATAGALPA
Conducir presuntamente en estado de ebriedad y a exceso de velocidad habría sido la causa de un accidente de tránsito en el que dos personas murieron el domingo en el empalme de la carretera hacia Solingalpa, en el valle Las Tejas, al suroeste de Matagalpa. Las víctimas fueron el ciclista Reinaldo Iván Rivera Jarquín, de 37 años y Yadira Hernández Valdivia, de 38, quien iba como copiloto en el carro que atropelló al primero.
Según el jefe departamental de Tránsito, comisionado Omar Martínez, Yáder Jesús Urbina Rizo, de 27 años, iba a exceso de velocidad y realizó una maniobra de aventajamiento impactando al ciclista, a quien lo catapultó aproximadamente 35 metros, estrellándolo contra la pared de una casa. El carro siguió la marcha hasta caer en un cauce. Hernández murió en el sitio.
Según el mando policial, Urbina conducía con 1.16 grados de alcohol en la sangre.
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