Cindy Regidor
A semanas de las elecciones regionales en Nicaragua, se presentan datos relevantes sobre el estado del padrón electoral actual: la exactitud del mismo ha empeorado, y se conoció que los habitantes de las Regiones Autónomas del Atlántico son menos atendidos que la población del resto del país.
Así lo expresó Mauricio Zúñiga, director ejecutivo del Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade), quien también señala “manipulación partidaria, hay una intromisión en la entrega de cédulas a determinados sectores, privilegiando a unos y excluyendo a otros”.
El padrón presenta inconsistencias de varios tipos en un 37 por ciento de los casos estudiados en esta auditoría. La proporción de nicaragüenses que dice no tener su documento de identidad se duplicó en cuestión de casi siete años: del cinco por ciento en 2006, al 11 por ciento en 2013, situación que es más grave en las Regiones Autónomas Norte y Sur.
Uno de los hallazgos más importantes es que hay serios problemas en cuanto a direcciones domiciliares incorrectas de los ciudadanos. Se presenta un 15 por ciento de estos casos a nivel nacional y el problema se ve agudizado en zonas urbanas pero sobre todo, y nuevamente, en la Costa Caribe, en donde el déficit de cédulas alcanza más del 20 por ciento.
Otro de los datos destacados en el estudio es que la existencia de padrón pasivo y activo no ha sido muy bien recibida por la población, posiblemente porque no hubo consulta pública previo a que se dispusiera este sistema de clasificación. Así, hay un 85 por ciento de ciudadanos en padrón activo y 15 por ciento en el pasivo, según el Consejo Supremo Electoral; pero según la auditoría realizada por Ipade y el Grupo Cívico Ética y Transparencia, la tercera parte de los ciudadanos están mal clasificados. El informe ya ha sido enviado a los diferentes poderes del Estado, con el objetivo de que el padrón sea depurado de cara a los comicios de 2016.
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