KABUL/AFP
La campaña electoral en Afganistán comienza el domingo con 11 candidatos en liza para la sucesión del presidente Hamid Karzai, cuando el país entra en una nueva era sin la ayuda de las tropas de combate de la OTAN para enfrentar a los talibanes.
Kabul y Washington discuten la posibilidad de que una fuerza de soldados estadounidenses (unos 10,000) se mantenga desplegada en su territorio por dos años más, un tema que planeará sobre la campaña política.
Por primera vez en la historia, tras la campaña electoral que durará dos meses, habrá una transferencia democrática de la presidencia del país, que Karzai ha gobernado desde la caída del régimen talibán, en 2001, tras sobrevivir a intentos de asesinato e infidelidades políticas. Eso sí, contando con una ayuda militar occidental millonaria.
Éste no puede acceder a un tercer mandato, por lo que deja el campo abierto para una dura competencia de cara a la consulta prevista para el 5 de abril, tras la que puede ser necesario un balotaje o segunda vuelta, que tendría lugar a fines de mayo entre los dos candidatos más votados.
Entre éstos destaca Abdula Abdulá, líder de una oposición tibia, a quien derrotara Karzai en 2009 en unas elecciones caóticas, en las que hubo muchas sospechas de fraude.
Otro con posibilidades es el exministro de Finanzas, Ashraf Ghani, así como Zalmai Rassul, un fiel allegado al presidente saliente, cuyo hermano mayor, Qayum Karzai, también es uno de los contendientes electorales, aunque 'a priori' con menos chances que sus rivales.