CIUDAD DE GUATEMALA/AFP
Miles de guatemaltecos realizaron este sábado la tradicional Caravana del Zorro, una peregrinación en motocicleta de 222 km entre la capital y Esquipulas (este) para adorar y pedir favores al Cristo Negro, venerado en Centroamérica y sur de México.
El presidente Otto Pérez dio el pistoletazo de salida de esta fiesta, en la que participaron unos 35,000 motociclistas, muchos luciendo disfraces y máscaras como si de un carnaval se tratara, observó la AFP.
“Les deseo bendiciones, cumplamos con la tradición. Vamos adelante en este 2014 y salgamos con cuidado (precaución)”, dijo el gobernante minutos antes del inicio de la Caravana del Zorro.
Pérez llegó ataviado con ropa negra y acompañó a los participantes durante un corto recorrido subido a una motocicleta. Los motociclistas, en su mayoría mensajeros y cobradores, cumplen este año la 53 edición de esta peregrinación, que comenzó en 1961 cuando el fallecido Rubén Villadeleón y cinco amigos suyos decidieron ir a Esquipulas en moto.
Ahora su hijo Eddy Villadeleón es el principal promotor del festejo. Muchos de los participantes pernoctaron la noche del viernes al sábado frente a la Catedral Metropolitana de la capital guatemalteca para poder encabezar la caravana, que dura unas seis horas y cuya partida fue bendecida por un grupo de sacerdotes.
El papa Juan Pablo II visitó en 1996 la basílica de Esquipulas, fundada hace más de 400 años, a la que acuden cada año miles de católicos guatemaltecos, centroamericanos y del sur de México. Esta caravana fue declarada patrimonio intangible de la Nación en 2011 debido a la popularidad que ha alcanzado, en la que también participan personas venidas de Costa Rica, El Salvador, México y Panamá, según los organizadores.
Esta fiesta, sin embargo, también llama la atención de evangélicos y practicantes de otras religiones, que acuden con sus motocicletas a recibir la bendición del Cristo Negro.