Lucía Vargas
Una hermosa manifestación de fervor a la Virgen de Candelaria escenificó ayer el pueblo creyente de Diriomo, durante la misa solemne, oficiada en el día principal de su fiesta. Con velas de sebo encendidas, los fieles escucharon la eucaristía y al final de la ceremonia se dio el rito de pasar debajo del manto para hacer peticiones especiales.
La celebración religiosa fue presidida por el obispo de Granada, monseñor Jorge Solórzano, quien destacó que esta fiesta hace alusión al martirio de San Blas y la presentación del Niño Jesús, en el templo, que representa la luz que viene a salvar al mundo.
La fiesta representa los 40 días del nacimiento de Jesús en el pesebre, a partir del 25 de diciembre al 2 de febrero, por lo que de esa manera se une la Navidad con esta celebración.
Ligia Campos Carcache fue la mayordoma de ayer y en su casa fue recibida la imagen por la noche, donde se le ofreció un rosario, una ofrenda de alimentos y la vela tradicional en víspera de la celebración del día de San Blas, que es hoy, cuando se hace el rito de la imposición de candelas en la garganta para pedir por la salud de las personas.
“La imagen estuvo en La Raya, entre Diriomo y Diriá, el sábado 1, para recordar uno de los grandes milagros de la Virgen cuando se dio una erupción volcánica que estuvo agobiando a la población con la caída de cenizas”, dijo Renato Alemán, encargado de los arreglos de la imagen.
La fiesta en honor a la Virgen de Candelaria, patrona de Diriomo, culminará el 16 de febrero.
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