William José Aragón
Corresponsal/Madriz
Cosechas de agua de calidad, pasto adecuado para la alimentación, buena salud de los animales, buenas labores de ordeño que favorezcan a la inocuidad en la producción de leche y carne, son algunas de las prácticas que deben adoptar unos 1,600 ganaderos del norte y centro del país, que aspiran a la certificación de sus fincas.
En cuanto a la salud del hato, los animales deben estar libres de tuberculosis, brucelosis, el ántrax o pierna negra y de parásitos externos e internos. Y además los ganaderos de Matagalpa, Madriz, Jinotega y Nueva Segovia, que buscan esa certificación, deben avanzar en la trazabilidad bovina.
De todas esas buenas prácticas está claro Elvin Moncada, pequeño ganadero que cría a unas 25 vaquillas lecheras en una finca en el municipio de Totogalpa, departamento de Madriz. Él desea que en los próximos dos años su pequeña propiedad sea certificada por el Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor), con el apoyo del organismo CRS (Catholic Relief Services), a través del programa de gestión rural empresarial, sanidad y ambiente que financia el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
Jaime Lovo, presidente honorario de Conagan, dijo: “Solo así (con la ayuda) es que este país sale adelante”. Lovo reconoció que el programa ha estado bien dirigido porque está beneficiando a los pequeños y medianos productores ganaderos ubicados en zonas con enormes problemas de agua y de pasto.
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- 4.3 millones de cabezas de ganado hay en Nicaragua, la mayoría está en manos de pequeños y medianos ganaderos, según el IV Censo Agropecuario.
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- “Ahora sentimos que las mujeres estamos saliendo adelante y mejorando nuestras finquitas y nuestras condiciones de vida en el campo”.
- Maritza Hurtado Pérez, pequeña productora de ganado en Totogalpa.
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- “Estamos interesados y trabajamos para la certificación para así elevar el nivel productivo y de comercialización de leche a empresas lácteas dentro y fuera del país”.
- Elvin Moncada, ganadero de Totogalpa, en Madriz.
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Esta dependencia de Estados Unidos, a través del CRS, ejecuta desde hace más de un año en unos 21 municipios del norte y centro del país un programa de asistencia y equipamiento a fincas de esas localidades en conjunto con la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan) y el organismo conocido como Progresa.
En el marco de este proyecto, las fincas son equipadas con implementos pecuarios como picadoras de pasto, botiquines conteniendo medicina veterinaria, semillas para pasto, la construcción de presas para la cosecha de agua, entre otros planes de mejoramiento para los 1,600 pequeños y medianos ganaderos.
“Se está destinando un millón 700 mil dólares, para un periodo de ejecución de tres años, y que está dirigido a este sector ganadero en estos cuatro departamentos del norte del país”, explicó María Eugenia Narváez, del área de comunicación del proyecto del CRS.
FORTALECIMIENTO EMPRESARIAL
Omar Artola Matamoros, coordinador del proyecto Conagan-Progesa, dijo que del total de beneficiarios del programa, el 21 por ciento son mujeres que tienen hasta 15 cabezas de reses.
Además de ayudar a mejorar las fincas, Matamoros asegura que el proyecto tiene como finalidad “satisfacer necesidades de desarrollo y mejoramiento productivo del hato ganadero, así como avanzar en el aspecto económico, social y empresarial de este sector”.
En un censo realizado en mayo del año pasado había un inventario de unas 52 mil cabezas de reses en los beneficiarios, y este ahora se había casi duplicado con mejor calidad productiva y sanidad animal, precisó el coordinador.
Los ganaderos también están siendo apoyados en el establecimiento de pastos, el almacenamiento de forraje para la alimentación del ganado en periodo de verano, cosechas de agua y otras condiciones de infraestructura de las fincas. “Es bastante integral para que los productores puedan enfocarse en una producción de calidad y todo en el tema de sanidad animal”, precisó.
TRAS LA CERTIFICACIÓN
Doña Maritza del Socorro Hurtado Pérez, pequeña productora ganadera de la comunidad de Sabana Grande, en el municipio de Totogalpa, Madriz, dice: “Es la primera vez que las mujeres productoras logramos ser incluidas en un proyecto tan importante que nos ha permitido mejorar la ganadería e incrementar la calidad de nuestros animales para comercializar la leche y la carne”.
Tanto Maritza del Socorro Hurtado como Elvin Moncada han sido capacitados en temas productivos y empresariales y han recibido asistencia técnica e implementos pecuarios y veterinarios.
Ronald Blandón, gerente de Conagan, dijo que “la idea (del programa) es que las fincas vayan adoptando prácticas que beneficien y den confort al animal para poder producir. Aquí hacemos énfasis en los animales, sus alimentos y su sanidad, pero para nosotros el principal beneficiario es el productor a quien priorizamos en el tema del agua, y que contempla ya sea la perforación de un pozo o cosecha de agua con represas para que tenga más valor su finca”.
EL PROCESO
El representante gremial dijo que después que se concluya el proceso de adopción de medios y tecnologías el Magfor tendrá que supervisar las fincas para verificar que los productores están haciendo buenas prácticas pecuarias y así obtengan su certificación.
También precisó que en el país existen unos 135,000 pequeños, medianos y grandes productores ganaderos, los que generaron en el 2013 más de 680 millones de dólares anuales de ingresos al país. “La ganadería se ubica hoy en día por encima de los rubros de café y oro y en el 2014 vamos a crecer”, dijo Blandón.
Este programa tendrá una duración de cuatro años y cuenta con un fondo de 11.6 millones de dólares. Además de la ganadería, el proyecto atiende a otros 4,700 agricultores de frijol, hortalizas, frutas y café.
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