Roy Moncada
El esfuerzo para no seguir con la suciedad hasta las narices ha perdido eco. La intensa propaganda sobre la aplicación de la llamada Guía Básica para Vivir Limpio, Vivir Sano, Vivir Bonito, Vivir Bien, elaborada y difundida por la primera dama, Rosario Murillo en enero del 2013, parece un globo desinflado a un año de su imposición.
¿Ven a los funcionarios y voluntarios todos los días barriendo las calles y limpiando botaderos? ¿Alguien sabe en qué documento público están las metas alcanzadas en este año de esfuerzo? ¿Quién supo o conoció de los métodos e indicadores de seguimiento al proyecto para analizar su triunfo o fracaso?
A un año del ruidoso lanzamiento de esta campaña gubernamental, difundida intensamente por los medios de comunicación oficialistas y acogida por los 153 municipios, instituciones públicas y escuelas del país, los logros oficiales no se conocen; pero análisis y evaluaciones externas indican que poco éxito ha tenido en transformar los malos hábitos de higiene de la población.
En el caso específico de Managua, sus autoridades locales anunciaron a inicios de febrero 2013, que darían cumplimiento a la campaña mejorando la limpieza pública de la ciudad, que educarían a los ciudadanos a través de campañas de sensibilización y aplicarían multas a quienes fueran encontrados in fraganti botando basura.
Tan en serio se tomó la Guía para “Vivir Bonito” en la capital, que hasta iniciaron capacitaciones y acreditaciones a carretoneros dedicados a botar basura y se emitieron miles de afiches y volantes para transmitir el mensaje de “vivir bonito”.
- 637,968 córdobas invirtió la Alcaldía de Managua para crear depósitos comunitarios de basura, únicos sitios autorizados para botar desechos. Fidel Moreno, secretario general de la comuna, explicó en su momento que serían 40 puntos los propuestos, pero se desconoce si al fin la cifra se logró.
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La Alcaldía tampoco se atreve a brindar el número de basureros ilegales que tiene localizados, ni la cantidad de desechos que recolecta solo en estos. De forma general, se conoce que a diario se producen 1,500 toneladas de basura en toda la ciudad y que la mayoría de esta llega a la planta procesadora de desechos sólidos, ubicada en La Chureca.
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En materia de higiene, la campaña se resumía en esto: “Aprender normas sencillas y prácticas de convivencia social, ambiental y familiar con limpieza, higiene, orden, estética, respeto, cuido amoroso y solidaridad permanente. Aprendizaje y práctica de unidad con afecto, salud, higiene para prosperar con dignidad, equidad y alegría”.
Un año después, los botaderos ilegales no desaparecen, los sistemas de drenaje y cauces siguen igual de sucios, la gente sigue botando la basura por doquier y nunca más se supo de multas a “botabasuras”. Se ignora si las capacitaciones siguen, no se reparten más afiches ni volantes y no hay, al menos públicamente, un informe oficial que detalle qué tan bonito ha vivido el país el último año.
El sociólogo Manuel Ortega Hegg señala como un problema la frágil sostenibilidad de la campaña: “El trabajo que se hizo (durante un año) en las alcaldías no fue continuo, fue intermitente y un proceso como este, para hacer un cambio real en el país, requiere mantenerse permanente”.
Ortega Hegg explica que si se quiere tener éxito en la campaña de ahora en adelante, hay que educar a las personas, cambiar la cultura higiénica desde la escuela y recordar que “si se quiere un cambio tiene que ser un trabajo continuo y de consenso”, que involucre al ciudadano corriente y no solo sea preocupación del Estado nicaragüense.
BOTADEROS ILEGALES
Desde diciembre de 2011, el Instituto de Desarrollo Empresarial Asociativo (Ideas) realiza un conteo anual de los basureros ilegales en Managua.
El segundo informe del Instituto, que abarca diciembre 2012-2013 revela una disminución de basureros entre el siete por ciento y nueve por ciento, desapareciendo varios vertederos grandes, pero apareciendo otros pequeños.
El monitoreo menciona que la comuna centra más la limpieza en las vías principales de la ciudad y abandona la de barrios periféricos.
Otro hallazgo es que la limpieza del centro histórico de Managua ha mejorado ahora que el Gobierno central trata de potenciarlo para destino turístico y de esparcimiento capitalino.
“Hay que crear otra manera de pensar en los jóvenes que vayan poco a poco fortaleciendo una conducta diferente en el futuro. Debería de haber una especie de consejo que le dé seguimiento a esta política”, recomienda la institución no gubernamental.
ACTUALIZARON MULTAS
En marzo pasado el Concejo Municipal aprobó una ordenanza de Daños y Multas Ambientales con el fin de actualizar el costo de cada infracción, pero este esfuerzo junto al resto, no ha provocado cambios significativos.
“Pese a la declaración de la Alcaldía de Managua de imponer medidas coercitivas (multas), estas no han resultado muy eficaces, y en lo que respecta a la eficiencia de los carteles prohibiendo botar basura, son pocos los casos donde este ha sido atendido”, señala el informe del Instituto de Desarrollo Empresarial Asociativo.
Luciano García, exconcejal de la capital entre 2009 y 2012, manifiesta que de poco sirvió la nueva ordenanza y realizar más gastos operativos “si la ciudad siguen siendo sucia”, y “no hubo una nueva educación en la materia”.
“La situación de la basura es un tema educacional y de manejo sistemático de limpieza. Si vos no le decís a la gente cómo se maneja, que inclusive puede generar ingresos en su reciclaje y no acompañás a la ciudadanía en una sistematización de experiencia, como la recolección continua, entonces Managua siempre va a ser vulnerable”, agrega García. “Todavía se están viendo una serie de botaderos ilegales que ellos perfectamente bien conocen y los tienen identificados. Es una grosería la creación de esos depósitos por todos lados, que yo les llamo proliferación de ‘churequitas’, eso es insalubre”, critica García.
Al final, los alcances específicos de la campaña “Vivir Bonito”, durante su primer año de existencia es un misterio, porque tanto el Gobierno central como las alcaldías no han entregado los informes sobre los resultados de la campaña, en el coro de medios oficiales no se toca el tema y el slogan ya no se acompaña de jornadas mediáticas de alegres funcionarios y partidarios del FSLN barriendo calles y quemando basura.
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