Roy Moncada y Rezaye Álvarez
La Alcaldía de Managua, que actuó de forma beligerante para apagar el fuego en La Chureca el pasado sábado, no ha podido encontrar una solución a la demanda de trabajo de decenas de “churequeros” del sitio.
David Narváez, presidente de la Red de Emprendedores Nicaragüenses del Reciclaje (Rednica), denunció a las autoridades municipales de emplear a amigos de ellos, dejando fuera a personas que recolectaron desechos cuando la miseria reinaba en el vertedero.
“Tenemos alrededor de 250 familias que están totalmente fuera del sistema, que están fuera de la planta procesadora de desechos sólidos”, denunció Narváez, quien amenazó protestar cerrando la entrada principal del botadero de la capital.
El pasado sábado LA PRENSA le consultó a Fidel Moreno, secretario general de la comuna, al respecto, respondiendo escuetamente que estaban “en comunicación permanente” con la gente.
NUBES DE DIÓXIDO
El oficial de biodiversidad del Centro Humboldt, Julio Sánchez, aseguró que son “mínimas” las afectaciones ambientales que produjo el incendio en La Chureca el sábado pasado, al quemarse 1,000 toneladas de plástico.
Sánchez explicó que “el mayor impacto fue el dióxido de carbono que se genera al quemar todo, y eso se refleja en el humo negro”.
El siniestro produjo gases que surgieron de manera masiva en columnas de humo al momento del fuego; Sánchez aseguró que de haber estado alguna persona dentro de ese perímetro, expuesto a los gases, habría muerto intoxicada.
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