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“Quiero que sepas que estoy bien. Desde que te marchaste tengo plena y grata compañía de la fiel y afable soledad”. Manuel Membreño, escritor.

“El cuento está desatendido”

Manuel Membreño, autor de los libros Flojera y Cuentos sin Esquina, señala que el cuento nacional vive en una zona de confort que le ha costado salirse.

Marta Leonor González

Manuel Membreño no evade dar juicios sobre la literatura nacional.

Tiene 25 años, nació en Managua, y sus dos libros Flojera (cuentos, 2012) y Poemas sin esquina (poesía, 2013), no escapan a nuestro diálogo que tiene lugar en un pequeño recibidor que sirve de sala de entrevistas en LA PRENSA.

Llega puntual y asegura ser muy tímido para estas conversaciones, sin embargo es directo al hablar. Luce relajado en su día libre (short, camiseta y tenis).

Su libro Flojera, fue ganador en la convocatoria 2012 del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE). Catorce cuentos, inquietantes, experimentales, y novedosos que tiene como telón de fondo los encuentros con el suicidio, la ciudad como punto de partida y caos, los homosexuales, y el arte como explosión de la belleza. Una narrativa que también encuentra su gracia en la poesía y en la que su autor expresa esas voluntades sobre la vida.

¿Algo sucedió para que primero te inclinaras por la poesía?

No lo sé. Quizás como escritura fue cuando empecé a hacer poemas en la adolescencia, poemas mal logrados y lectura desde muy joven. Tenía una profesora que desde segundo año en el colegio nos tenía bastante esperanza como grupo. Era mucha poesía dariana la que nos enseñaba, yo lamentablemente no soy lector de las poesía de Rubén Darío, sino de su prosa, la crónica.

¿Influye la guía de los maestros para tomar el camino de la escritura?

En mi caso no creo, no me siento afortunado. Hay camadas de profesores, y no necesariamente de literatura, que saben inculcarte muy bien. Más que el gusto de la literatura, es la inquietud por buscar cosas, porque la literatura por sí sola, a veces no se puede mantener, eso de permanecer en los libros, y solo por los libros, me parece anacrónico. La verdad, la literatura está en otras partes, en el cine, en la música, en las artes plásticas.

¿Las lecturas inculcadas vinieron entonces de tu hogar?

Fíjese que no, y eso, es lo curioso.

¿Qué te han dicho del valor literario de tus cuentos, Flojera?

Nada. La gente cuando te dice algo, es lo de cajón, solo dicen “me gustó”, hay otros que tienen un ápice crítico y te dicen que les gustó por esto y esto. Una muchacha con la que tuve una relación me hizo ver que no le daba realce a los personajes femeninos, y quizás no sea por una actitud macha, sino por mi crianza. Al final entendí que a las mujeres las había puesto como personajes de relleno.

El libro no sé si tenga un valor literario, hablando como autoridad académica que no la tengo. Yo sé que tiene muchos vicios narrativos.

¿A qué llamás vicios en la narración?

Esa necesidad de edulcurar la prosa. A veces creo que debe pasar como alguien que dijo que la prosa debe ser cortada con un bisturí, creo que debería ser de tajo, sin necesidad de adjetivos, o cualquier calificativo innecesario.

UN VERSO DE JUAN CHOW

¿Existe algún retrato íntimo en Poemas sin esquina?

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Manuel Membreño (Managua, 1988). Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Centroamericana. Además de cultivar la prosa y la poesía, ganar premios literarios en la universidad, ha trabajado fabricando herbicidas y pesticidas, actualmente trabaja en un call center.

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Es un híbrido que tengo entre un libro grande inédito y textos nuevos sueltos, entonces tomé de los dos, hice una amalgama y lo publicaron. El libro más grande son poemas que terminé como en el 2011. El titulo lo saqué de un verso de Juan Chow, ahí está la vida, mi experiencia (ríe, ríe, ríe).

¿Cómo las plataformas virtuales ayudan o afectan a que los productos literarios sean aceptados o no?

Es interesante, porque creo que las redes para el creador en general pueden ser beneficiosas y perjudiciales para el consumidor de literatura y del arte. Para el creador es tan fácil publicarlo bajo cualquier licencia en línea, y así que cualquiera lo pueda descargar, uno puede encontrar obras completas de autores fallecidos, o quizás de autores jóvenes que están haciendo muchas cosas, y precisamente por eso es perjudicial porque encontrás tanto que la web no es un filtro de calidad.

¿Un libro que te haya cambiado la vida o propiciado estar en el camino de la escritura?

Recuerdo que a los 14 años en unas vacaciones me leí La Metamorfosis, lo leí y no sabía para dónde agarrar, me desarmó por completo, cada vez que lo leo, me impresiona, y me sigue desarmando, no sé si habrá sido determinante.

¿Los cuentos de Flojera publicados por el CNE cómo los ves ahora?

Tenía una primera versión que iba a mandar en el 2011, con otro título, en ese momento lo vi con honestidad, y decidí no mandarlo. Al final ese libro lo cambié, deseché cuentos, hice otros, y eso fue lo que terminé enviando y se publicó en un primer envío. Es un libro al que le tengo mucho cariño, son años de trabajo, lo veo ahora con muchos aciertos, con muchas fallas, pero si tuviera chance lo publicaría con las correcciones necesarias.

¿Cómo catalogás los aciertos de tus cuentos, en Flojera?

Desde el momento en que lo terminé y le puse un punto final ya era un acierto. Igual quizás era como una purga en mí, pasar esos filtros, y que para algunos pudieran ser molestos.

¿Filtros, influencia de lecturas, autores. Eso?

Borges, lo leí a los 18 años y me pasó igual, como cuentista. Me gusta mucho Juan Villoro como narra las relaciones personales, quizás Franz Kafka, y toda su estética.

¿En el caso de la narrativa nacional, hay guías de lectura, a quién podrías tomar como referencia?

Es muy complicado, y creo que el cuento está desatendido, está en una zona de confort que le ha costado salirse. Es inevitable no mencionar a Sergio Ramírez, pero de sus primeros cuentos los leí, Charles Atlas también muere , me parece un libro impresionante cada vez que vuelvo a él, porque es un alarde de técnica, la propuesta política del libro es innovadora para la época, eso era lo que me gustaba de los libros de Sergio Ramírez que tenía una propuesta atrevida para la época.

ESCRITORES CÓMODOS

¿Qué te hace decir que el cuento está en zona de confort?

No creo tanto en experimentación, por ejemplo deben de haber muchos que están experimentando en una conversación que todo sea un chat de Facebook, por dar ejemplo. Aunque suene anticuado, o iluso no hay compromiso. Todo es político y la escritura no escapa de eso, tampoco hay que caer en el Neruda comunista, aunque a pesar de todo me gusta Roque Dalton y su libro de Taberna…, para los más románticos está el ejemplo de Leonel Rugama.

¿Los jóvenes escritores le dan la espalda a los problemas sociales en su escritura. Nadie quiere volver a esos temas?

Eso es superinteresante y quiero dar dos respuestas, como lector tengo una gran fijación por la poesía de los ochenta, y la poesía más panfletaria si se quiere.

Creo que los autores ahora están hablando de una manera muy cobarde, y escapista, están cómodos. Es que somos pequeño burgueses.

Lo otro es el tratamiento ligth y muy fresa del conflicto armado, los cambios políticos y sociales, es muy fácil hablar de Los Cachorros. Pero por qué nadie ha trabajado la quiebra de la banca nicaragüense en los noventa, pensemos que eso fue el acabose de la clase media de este país. No he leído ningún cuento de ningún autor, ni de mi generación ni de los autores mayores que hable del tema y es por lo mismo que no te tocó a vos, no pinchó tu burbuja y es más fácil hablar de la neblina. Ahora, aunque yo tenga 25 años y no haya ido al servicio, la guerra es un periodo que nos sigue marcando.

Reportajes Cuento escritor archivo

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COMENTARIOS

  1. Jorge
    Hace 10 años

    Buena bola prix, seguí adelante con tu onda.

  2. J. El Fakir Alérgico.
    Hace 10 años

    No pude salirme de esta página sin antes felicitar a Manuel Membreño. Es inspirador, esperanzador y razón de orgullo, saber que realmente hay gente preocupada por alimentarse del saber; mismo que a veces es amargo. Y quizás esa sea una de las razones de la aversión. Como diría el Rey Salomón: “Porque el conocimiento es aflicción de espíritu”. Además del desaliento cómo no, provocado por un sistema político interesado en el sometimiento causado por la ignorancia. ¡Felicidades Manuel!

  3. Francisco
    Hace 10 años

    Felicidades mi amigo. Muchos éxitos. Te aprecio mucho. Un placer conocerte.

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