Lucydalia Baca Castellón
Para asegurar el manejo adecuado del cultivo a través de su departamento de Servicio de Manejo Sostenible (SMS), Exportadora Atlantic garantiza la asistencia técnica, capacitación, aplicación de nueva tecnología e investigación del material genético.
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Navarro pide a los productores y cooperativas que conozcan variedades criollas que valga la pena reproducir que las hagan llegar al laboratorio para trabajar con ellas, ya que es preferible utilizar semilla criolla que buscar variedades de fuera.
Estas variedades que se obtengan se proporcionarán a los 2,000 productores de cacao que están siendo beneficiados por el proyecto de Acceso a los mercados Sostenibles y Seguridad Alimentaria para Productores de Café y Cacao que ejecutan esta empresa en conjunto con el Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV), Funica, la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano y UTZ Certified.
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Y afina detalles con el Gobierno para venderle la semilla que está produciendo, para que sea entregada a otra parte de productores a través del Programa Nacional de Transformación y Desarrollo de la Caficultura.
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La curiosidad por confirmar si la promesa de que las nuevas variedades de café son “altamente resistentes a la roya”, impulsó a Gonzalo Castillo Moreno, hace cinco años, a experimentar.
Entre las 15 manzanas de café variedad caturra que cultivaba en Pueblo Nuevo, en el municipio de Estelí, sembró algunos árboles de marsellesa, y otros tantos de H1, en otro cafetal que posee en Dipilto, municipio de Nueva Segovia.
Fue hasta en el 2012, cuando la incidencia de la roya se disparó y dañó buena parte de los cafetales de Nicaragua, que pudo confirmar dicha fortaleza.
“La roya barrió con toda la plantación del caturra que tenía en Pueblo Nuevo, solo quedaron vivos los arbolitos de marsellesa, que es una variedad que surge del cruce del sarchimor y el caturra y que además de resistente a las plagas es de excelente taza. Igual pasó en Dipilto, solo quedaron los de H1 centroamericano que creo sale del cruce del sarchimor y el rume sudan”, asegura.
Castillo cultiva seis manzanas de marsellesa y 20 de H1 y es parte de unos 2,000 productores de Nicaragua que ya cultivan estas nuevas variedades producidas por el laboratorio de germoplasma de Exportadora Atlantic, ubicado en Sébaco, municipio de Matagalpa, y que se ha convertido en una de las opciones más accesibles para que los productores renueven sus cafetales con la garantía de que estarán protegidos contra la roya y otros efectos del cambio climático.
OPCIÓN PARA RENOVAR
Estas variedades se producen comercialmente desde hace tres años y son entregadas a los productores interesados en renovar sus cafetales.
Son resistentes a la sequía, tolerables o resistentes a la roya, antracnosis y otras enfermedades voraces del café y tienen alto rendimiento y calidad, detalla Reynaldo Soza, gerente de proyectos de diversificación de Exportadora Atlantic.
La obtención de estas variedades es el resultado de casi veinte años de investigación y trabajo del Laboratorio de Semilla Atlantic, que ha contado con el apoyo del centro francés de investigación Cirad.
La demanda de estas nuevas variedades creció considerablemente por los efectos positivos que han dejado a productores de Matagalpa, Jinotega y Nueva Segovia, que ya las cultivan.
Soza indicó que en 2013 produjeron nueve millones de semillas y para 2014 los pedidos se elevaron a 15 millones. Cada semilla produce una planta.
Las variedades que producen se venden en tres distintas modalidades:
• La semilla que el productor tiene que poner a nacer en un vivero
• El fosforito o esqueje sacado del vivero
• La planta lista para la siembra.
En cada manzana de terreno se deben sembrar entre 3,000 y 3,300 plantas. El laboratorio tiene capacidad para producir entre 10 y 15 millones de semillas por año.
MÁS RENDIMIENTO
Adicionalmente se produce material vegetativo híbrido que proviene del laboratorio. Son veinte variedades pero dos se comercializan: el H1 y el H3, que es arábigo puro. Ambas son altamente resistentes a la roya y muy productivas, detalla José Alberto Navarro, responsable del laboratorio de semilla.
“Si el productor tiene capacidad puede escoger entre comprar planta proveniente de semilla o del laboratorio, que lo hace a través del tejido, es decir, la hoja. El laboratorio produce anualmente hasta un millón de plantas listas para siembra”, indica Soza.
La diferencia entre este material vegetativo producido en el laboratorio a través del tejido es que toma dos años y medio transformar una hoja en nuevos árboles. Por tanto es más cara, cuesta unos 60 centavos de dólar cada planta. Mientras que la semilla cuesta 12 centavos y el esqueje o fosforito 40 centavos.
Entre los 2,000 productores que ya usan estas semillas podrían haber unas 700 manzanas de estas variedades, que también garantizan un rendimiento mayor al promedio nacional de 11 quintales por manzana que actualmente registra el café.
Soza detalla que con el manejo adecuado el rendimiento de estas variedades es de entre 30 y 40 quintales por manzana al tercer año después de sembrado y más de 50 quintales por manzana a partir del cuarto año.
BUENA ACEPTACIÓN
“Además, los volúmenes de café de estas variedades que se están produciendo están teniendo muy buena aceptación en el mercado y algunos clientes han alcanzado incluso sobreprecio por la calidad, ya que su taza anda en niveles de entre 83 y 87 puntos ”, afirma Soza.
La empresa también ofrece financiamiento a largo plazo y asistencia técnica, para garantizar una buena producción, ya que con ella se paga el financiamiento recibido.
Se prioriza a sus clientes fijos directos que son unos 6,000 de entre los más de 12,000 productores que les venden su café.
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