El sol sobre Granada y la música de “los chicheros” marcan el ritmo como una comparsa durante el carnaval poético.
No está ajena a las melodías María de los Ángeles González, quien encabeza el grupo de Las Pitadas de San Roque de El Viejo, el sudor le corre por el rostro, baila al ritmo de los platillos y de la trompeta que ensordece a los espectadores.
“Expresiones artistas populares que no están representadas por grupos tradicionales, y que es una representación auténtica, una idea que nació de Francisco de Asís Fernández, presidente del festival y que representan a sus localidades como Las pitadas de San Roque de El Viejo”, explica Salomón Alarcón, coordinador del evento.
Igualmente el grupo Ruguma con bailes garífonas, de Orinoco en la Costa Caribe, bailó ritmos afro. Espectáculo que atrajo a los asistentes que comentaban que este año el carnaval poético estuvo decaído por la nula asistencia de las comparsas de las universidades y de los municipios cercanos a Granada.
No obstante, Fernando López, secretario ejecutivo del festival, explicó que “en términos de lecturas el carnaval fue mejor organizado, y la tarima en el Malecón Pablo Antonio Cuadra, les permitió a los poetas apreciar las comparsas, y aunque fueron menos que el año pasado, pero fue mejor organizado.
Haría un reconocimiento al vicealcalde y concejales de El Viejo que trajeron su comparsa, que subieron a enflorar con coronas a los poetas”.
El entierro al machismo fabricó su escena simbólicamente en las orillas del lago Cocibolca, y rodeado por los Agüizotes de Masaya.
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González toma una bocanada de agua, y revela, “estoy feliz, es mi segunda vez en Granada, tenemos todo el año para prepararnos, los vestidos, los pasajes, y la comida, porque hemos venidos de El Viejo en Chinandega”.
Al igual que ella, Sandra carga una pequeña imagen de San Roque, “soy devota, y este es mi baile para él”, relata mientras señala con el dedo a la pequeña estatua de casi 23 centímetros, que es rodeada por una docena de mujeres que cargan atuendos indígenas y como accesorios frutas traídas de occidente.
FEMINISTAS SE UNEN POR PRIMERA VEZ
Así como Las Pitadas de San Roque, también se unen por primera vez, algunos movimientos feministas, al enterrar el machismo y la violencia contra la mujer, lema que tiene el X Festival Internacional de Poesía de Granada, y que reúne 900 bailarines en 2014.
Van tocando la serpentina, vestidas con sombreros, anteojos, pelucas, y un atavío de escarchas algunas mujeres de los movimientos feministas que se juntan al entierro.
Luisa Molina, de la Red de Mujeres contra la Violencia, está entre la multitud, retoma el emblema de una manta que encabeza su grupo: “Feminicidas No”, “No a la violencia y a la impunidad”.
Entre el jolgorio Luisa dice que aprovechan este momento, “la oportunidad del carnaval en donde vamos a enterrar la violencia, esperemos que no sea de manera simbólica sino en la realidad, como lo dicen nuestras mantas: ¡No a la violencia! ¡No a la misoginia!, les estamos diciendo que no continúe la violencia institucional contra las mujeres”.
LAS MUERTAS
Molina dice que el promedio de muertes de mujeres por violencia intrafamiliar es de setenta cada año, pero en lo que va del año 2014, se han registrado ocho mujeres asesinadas.
Y reitera: “Vamos a aprovechar que el mundo tiene sus ojos vistos en el evento de la poesía en Nicaragua y que se termine la situación de violencia hacia las mujeres”.
Mónica Zalaquett, directora del Centro de Prevención de la Violencia (Ceprev), aplaudió la iniciativa de enterrar la violencia hacia las mujeres. “Es una violencia que nos afecta a todos, y también a las niñas, una violencia que se vive en las casas, y que si no existiera el mundo sería mejor. Porque también afecta a los niños que son maltratados”, explicó.
Otras voces también se pronunciaron contra la violencia de las mujeres y el machismo, desde el poeta-móvil donde leyeron sus versos en cada esquina por la calle La Calzada como Rita Dove, la premio Pulitzer de Poesía 1987, la escritora Gioconda Belli, y Bianca Jagger, defensora de los derechos humanos.
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