Walter Miguel Solís Calero fue detenido por la Policía de Estelí, señalado como presunto estafador.
Se hacía pasar por gestor aduanero, abogado, funcionario del Gobierno y hasta de jefe policial. Prometía gestiones para inscribir propiedades, liberar vehículos de las aduanas y hasta legalizarlos con la Policía.
En el lugar que alquilaba la Policía ocupó una laptop, sellos falsos que lo acreditaban como abogado, papeles en blanco con membretes escaneados de diferentes instituciones del Gobierno. Solís negó ser abogado y se mostró “sorprendido” por el sello que lo acredita como tal.
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