Elízabeth Romero
La violencia física, psicológica, verbal y acoso laboral destaca entre las afectaciones que sufren las obreras de la industria de la maquila en Centroamérica.
Estos problemas enfrentados por las obreras de la región aparecen expuestos en una agenda única, presentada ayer durante el 16 coloquio promovido por el Movimiento María Elena Cuadra, en su veinte aniversario y al que asistieron unas mil mujeres.
Entre las conclusiones de la agenda que abarcó temas relacionados incluso con la salud y la educación de las obreras, señala: “Es necesario legislar y aplicar el marco legal que sancione el acoso laboral y el acoso sexual hacia las mujeres”.
Sandra Ramos, dirigente de ese movimiento, indicó que en Nicaragua el índice sobre violencia laboral apenas alcanza el cinco por ciento y es el menor en la región. Pero la ocurrencia de estos casos aún mínimos es motivo de preocupación, sostuvo Ramos.
Además, señaló que en el tema de las mujeres hay demandas históricas que están relacionadas con la salud y seguridad laboral. En caso de Nicaragua, apuntó que hay leyes y empresas previsionales de atención a la salud, no así médicos especialistas del trabajo, que permita atender al sector que aglutina una mano de obra de unos cien mil empleados, del que una buena parte son mujeres.
Recordó Ramos que una de las demandas que han hecho desde hace varios años es la recalificación de la fuerza laboral.
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