El personaje Charlot nació por casualidad hace un siglo, fruto del instinto de su creador, el genio de la comedia Charles Chaplin, cuando le encargaron que se pusiera “cualquier cosa” para un breve papel en una película y este improvisó un personaje de vagabundo que haría historia.
El británico Chaplin tenía por entonces 24 años, una intensa carrera teatral como profesional de la pantomima a los servicios de la compañía de Fred Karno.
La productora Keystone le puso en nómina en septiembre de 1913 por 150 dólares semanales, el doble de lo que ganaba con Karno, según cuenta Jeffrey Vance en su libro Chaplin: Genius of the Cinema.
Chaplin creía en el peso del personaje como vehículo para contar historias, más que en los gag de situación.
El final de la década de los 20 y el inicio de los 30 trajo dos fenómenos que marcarían el futuro de Charlot, la llegada de las películas habladas y la depresión económica tras el “crack” de 1929.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 B