Elízabeth Romero
En este tipo de casos no hay un análisis a fondo de si esa participación es sustantiva, o una participación real de la mujer, dijo Núñez.
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La complicidad de las autoridades policiales con las fuerzas de choque del partido de gobierno, que impidieron la conclusión de un carnaval de mujeres, el pasado 8 de marzo, fue denunciado por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), ante la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En una carta dirigida a la doctora Catalina Botero, el Cenidh le indica que la situación del 8 de marzo es el “patrón” de la violencia que sufren las integrantes del movimiento de mujeres en el país.
El hecho, calificado por el Cenidh como “atropello” a los derechos de las mujeres, fue considerado además como “una muestra evidente de la verdadera política de género del Gobierno, que en sus discursos pregona la aprobación de leyes que favorecen los derechos humanos de las mujeres, pero no tolera las expresiones que le critican o tienen una agenda que no puede ser dominada por el poder”.
En la misma, el Cenidh señala a Botero que como ha sucedido en otras ocasiones, las fuerzas de choque progubernamental con camisetas y símbolos del partido de gobierno, desde tempranas horas de ese día, ocuparon las principales rotondas en Managua, incluida la Rubén Darío, donde estaba prevista la conclusión de la marcha.
Y le explica que en el Día Internacional de la Mujer, las mujeres sufrieron no solo un trato hostil sino golpes. El Cenidh repudia que la Policía Nacional haya colocado a mujeres policías con armas de fuego, como una forma de instrumentalizarlas en contra de las manifestantes.
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