Martha Vásquez
Después de casi cuatro horas de deliberación, un jurado de conciencia declaró la noche del jueves no culpable al expolicía Pedro Alfonso González, acusado de asesinar a William Calderón, quien fue informante de la Policía Nacional por muchos años, según investigaciones reveladas en el 2006, y que fue asesinado al estilo sicariato el 29 de septiembre del 2013 por sujetos que se movilizaban en una moto.
González fue enfático ayer durante el juicio, al decir que él era policía activo y que su especialidad era de francotirador y fue miembro de las fuerzas especiales conocidas como Tapir, por lo tanto, su misión fue siempre dar en el blanco sin equivocación y a largas distancias. Contrario a las circunstancias en que falleció Calderón a quien le propinaron cinco disparos a distancia corta, cuando se encontraba en el bar El Rincón de Camilo, ubicado en Reparto San Juan.
Tanto González como sus familiares siempre sostuvieron que era un montaje de la Policía Nacional para inculparlo por razones desconocidas.
El otro procesado en este caso fue Sergio Meléndez, a quien acusaron de guardar el arma con que supuestamente mataron a Calderón y por uso de armas restringidas. A este la judicial lo declaró culpable de posesión de armas restringidas.
En el debate de pena, la Fiscalía pidió un año de cárcel y su defensa Roberto Cruz pidió la pena mínima de seis meses de privación de libertad.
La Policía Nacional en su momento negó que González era aún policía activo y sobre los señalamientos de montaje, dijo que un reo podía decir cualquier cosa.