José “Quiebra Jícara” Alfaro golpeó y noqueó en el séptimo round a Marcos Mojica.
El excampeón del mundo fue la sombra de su pasado. Triunfó por su experiencia y su dinamita en los puños, pero perdió la oportunidad de lucirse en su regreso. Recibió impactos fuertes y por momentos se vio frágil a la defensiva. Alfaro ganó sin sentirse una fiera y Mojica perdió sin sentirse una presa.
“Yo creo que estoy bien, vengo de año y medio de inactividad y es un factor que iba en mi contra. Puedo alcanzar nuevamente el nivel que tenía como campeón”, indicó Alfaro, luego del nocaut.
Mojica luchó. Sus condiciones físicas eran tan buenas que pudo levantarse tres veces en asaltos anteriores y seguir como si se reiniciara. Se basó en ilusiones fundamentadas en la fe y fue vencido.
A pesar de soportar un fuerte castigo, en el quinto round puso en malas condiciones a Alfaro. Se convirtió por momentos en bombardero, pero no fue suficiente.
Mojica estaba claro del riesgo, que si ganaba le esperarían los cielos de la gloria y por el otro los abismos de la ruina.
“No quería pelear porque Alfaro estaba muy pesado. La comisión me dijo que si no peleaba me sancionaban un año”, aseguró Mojica, tras finalizar el combate.
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