El 22 de marzo de cada año es el Día Mundial del Agua. Así lo decidió la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) el 22 de diciembre de 1992. Y desde 1994, el Día del Agua se celebra cada año bajo la inspiración de un lema distinto, el primero fue “Cuidar nuestros recursos hídricos es asunto de todos” y el del presente año, 2014, es “Agua y Energía”.
El lema con el cual hace veinte años se celebró por primera vez el Día del Agua, o sea “Cuidar nuestros recursos hídricos es asunto de todos”, es el que debería motivar la celebración de este año en Nicaragua, porque cuidar el agua del país es asunto de todos los nicaragüenses, en primer lugar de las autoridades gubernamentales, pero estas hacen todo lo contrario como lo denuncian a menudo los ambientalistas y demás personas que tienen conciencia de la necesidad de proteger ese vital recurso natural.
Precisamente ayer LA PRENSA publicó unas breves pero graves declaraciones del doctor Jaime Incer Barquero, la máxima autoridad científica y ambientalista del país, acerca de que Nicaragua no podrá cumplir el séptimo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que es garantizar la sostenibilidad del medioambiente y reducir la cantidad de gente que no tiene acceso a agua potable y servicios de saneamiento. El doctor Incer Barquero advierte que el problema del suministro de agua a los nicaragüenses “se empeora porque cada día hay menos caudal en los ríos y la deforestación que han hecho es terrible”.
Esta vez el doctor Incer Barquero ha mencionado específicamente el despale en la cordillera de Dipilto, en el norte del país, pero en otras ocasiones también ha denunciado la deforestación en la Reserva de Bosawas, que tiene consecuencias catastróficas para todo el sistema natural de generación de agua en el país, lo mismo que en la Reserva Indio Maíz. De manera que “Nicaragua es un país candidato a quedarse sin agua”, como advierte también Ruth Selma Herrera, exdirectora de la empresa nacional de aguas y alcantarillas, porque según ella los gobiernos liberales y sandinistas han sido “mezquinos” en la inversión de agua y saneamiento. Y no solo mezquinos, agregamos nosotros, sino promotores y cómplices de la destrucción de los recursos hídricos del país.
El colmo de la irresponsabilidad gubernamental en relación con los recursos hídricos, es la autorización que ha hecho el Gobierno del presidente inconstitucional Daniel Ortega para que el Gran Lago de Nicaragua sea utilizado en la construcción de un Canal Interoceánico, lo cual, según los expertos en recursos hídricos, a la cabeza el doctor Incer Barquero, significaría la muerte de ese inmenso espejo de agua dulce del cual depende el abastecimiento futuro de toda la población nacional.
En Nicaragua hay varias leyes que obligan a las autoridades gubernamentales a cuidar el agua y trabajar para que pueda ser aprovechada por todos los nicaragüenses. La más importante es la Ley General de Aguas Nacionales, aprobada en septiembre de 2007 por el gobierno de Daniel Ortega, la cual se refiere de manera precisa a la gestión y protección de los recursos hídricos del país. Sin embargo, este mismo gobierno ha autorizado que se arruine el Lago Cocibolca a fin de construir un Canal Interoceánico, a pesar de las advertencias del asesor presidencial en temas del medioambiente, el mismo doctor Jaime Incer Barquero, quien conoce muy bien lo que dice, pero es obvio que a su supuesto asesorado no le interesa escucharlo.
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A
