Treinta y cinco años han pasado desde que miembros de la oposición nicaragüense utilizaron la silla de Panamá en la Organización de los Estados Americanos (OEA) para denunciar las violaciones a los derechos humanos de parte del régimen somocista, pero ahora aquella oposición que hoy dirige el gobierno de Nicaragua, en una actitud calificada por analistas políticos de “hipócrita” y “doble moral”, censuró a la diputada venezolana María Corina Machado, quien pretendía usar el mismo foro regional para hablar sobre la violencia que se vive en su país.
Julio Icaza Gallard, exembajador de Nicaragua en la OEA, considera que la política del gobierno nicaragüense fue hipócrita al solicitar que la sesión donde Machado intentó tomar la palabra fuera privada, pero cree que esto sirvió para llamar más la atención sobre lo que sucede en Venezuela.
“Eso es pretender tapar el Sol con un dedo. Es absurdo hacer una sesión privada para discutir algo de carácter público, y es el colmo de la hipocresía que Nicaragua, que hizo uso de ese mecanismo para denunciar las tropelías de Somoza, haya sido el que pidió silenciar la voz de la diputada venezolana”, criticó Icaza Gallard.
Edmundo Jarquín, excandidato a la vicepresidencia, también manifestó en su programa radial E l pulso de la semana , que con esta actitud del Gobierno quedó en evidencia la “doble moral” de los gobiernos que respaldaron a Venezuela, porque si bien es cierto que la sesión del Consejo Permanente fue a puerta cerrada, “nada ha impedido que la voz de la diputada Machado truene a través de todos los medios de comunicación internacionales”.
Según Icaza, los gobiernos de izquierda, que se prestaron a la maniobra de querer silenciar a la oposición venezolana, se convirtieron en cómplices de lo que sucede en ese país.
“Venezuela es una dictadura”, denunció Machado el viernes desde la oficina de Panamá en la OEA.
2009 En el 2009, Venezuela prestó su silla a Honduras para que este país denunciara ante la OEA el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya.
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