14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Francisco Xavier Aguirre Sacasa

Popurrí venezolano

Hace un par de semanas, escribí un artículo de opinión sobre el Socialismo del Siglo XXI y su impacto en Venezuela. Por limitaciones de espacio no pude tocar algunos elementos de la triste situación de Venezuela. Por eso, aprovecho este espacio para comentar algunos temas que quedaron en el tintero.

En primer lugar, desde que el finado Hugo Chávez Frías fue electo presidente por primera vez, procedió a favorecer a las fuerzas armadas. Esto reflejaba, sin duda, el hecho de que él procedía de ellas. Pero este favoritismo también se fundamentó en la necesidad de ganarse la lealtad de ellas, sobre todo porque Chávez planeaba llevar a cabo una importante transformación de su país.

Una manera de congraciarse con los militares fue adquirir equipo bélico moderno. Chávez compró, por ejemplo, aviones de caza jets, naves para la armada, y helicópteros y unidades blindadas para el ejército. Hemos visto por televisión algunos de estos equipos en las paradas militares que se celebran en Caracas periódicamente.

Aunque algunas de estas armas son nuevas, no cuentan con la tecnología sofisticada que tienen los mismos equipos en fuerzas armadas modernas. Son versiones tropicales. Pero esto no importa porque Venezuela realmente no necesita armamentos de punta porque no está amenazada por ninguno de sus vecinos. En vista de esto, ¿para qué compró estos “juguetes” y cuánto les han costado a la nación? La respuesta a la primera pregunta es que Chávez veía este armamentismo como un instrumento para proyectar a su país como una potencia al menos regional y para despertar patriotismo y orgullo entre la población. Pero también era una forma de blindarse con los militares. En cuanto al costo del equipo, aunque la información sobre los gastos bélicos de Venezuela es un secreto, en una audiencia reciente ante el Congreso norteamericano, se estimó que en los últimos doce años Rusia había vendido US$$14 mil millones en armas a países del subcontinente latinoamericano. Las ventas a Venezuela representaban el 75 por ciento de este monto o aproximadamente US$$10.5 mil millones. Para poner esta cifra en perspectiva, es más o menos igual al Producto Interno Bruto (PIB) nuestro.

Las compras militares hechas a Rusia solo son una parte de los gastos militares venezolanos. Los barcos de su armada, por ejemplo, vienen principalmente de proveedores europeos, como Italia y España, y de Corea del Sur. Y como suele ocurrir en otros países latinoamericanos, los equipos pesados del ejército provienen de diversas fuentes. Para concluir sobre este punto, se estima que los gastos militares de Venezuela se acercan al 2 por ciento del PIB versus el 0.6 por ciento en nuestro país.

Irónicamente, pareciera que estos cuantiosos gastos no le han asegurado a Maduro la lealtad de las fuerzas armadas en vista de que el presidente Maduro ha detenido a tres generales de la fuerza aérea por conspirar en contra de su gobierno. Y en un momento de gran dificultad económica para Venezuela, el comentario obligado es que hubiera sido mucho más responsable destinar el grueso de estos gastos a inversiones para promover el crecimiento económico o atender necesidades sociales como salud y educación.

Otro fenómeno venezolano es el alto nivel de ineficiencia y corrupción que caracteriza a su estado. La corrupción en gran escala siempre ha existido en Venezuela desde que nació su “boom” petrolero en la época de Juan Vicente Gómez a comienzos del siglo XX. Pero en los últimos años ha alcanzado niveles jamás visto. Estos no son inventos míos. Recientemente Rafael Ramírez, presidente de PDVSA (la empresa estatal de petróleo) se quejó que uno de cada tres dólares que esta genera es ¡o mal utilizado o robado! Y llamados a combatir la corrupción son de rigor en los discursos del presidente Nicolás Maduro y de Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional.

Continuando con este lamentable popurrí, en los últimos días se han dado a conocer varias noticias que reflejan lo crítico que está la situación económica de Venezuela. El 25 de marzo, por ejemplo, Fitch —una de las tres principales firmas que evalúan el desempeño de países para asignarles una valoración crediticia— bajó el rating de Venezuela a “B” que es considerado nivel chatarra. Con esa acción, Fitch se alineó con Moody’s y Standard & Poor’s que bajaron sus ratings de Venezuela a mediados de diciembre de 2013. Debido al colapso de su economía, el rating crediticio de Venezuela es igual al de Rwanda.

El mismo día que Fitch divulgó su rating para Venezuela, el Fondo Monetario emitió un comunicado informando que su Consejo de Administración había recibido un “briefing” sobre la situación económica de Venezuela. Este informe, reza el comunicado, se basó en “información disponible” ya que Venezuela no ha cumplido con su obligación como miembro del Fondo de recibir una misión económica (o de Artículo IV, en la jerga del FMI) ¡en más de ocho años! Este distanciamiento del Fondo es inconcebible ya que el Fondo es la institución que tradicionalmente da primeros auxilios a países cuyas economías agonizan como la venezolana.

Como que si todo esto fuese poco, el interés que Venezuela tiene que pagar para colocar sus bonos en los mercados de capital del mundo ha subido hasta el 13.6 por ciento. Esta tasa es la más elevada de cualquiera de las llamadas economías emergentes y refleja el deplorable estado en que se encuentra la economía de esa hermana república que, paradójicamente, tiene las reservas de petróleo más grandes del planeta.  

El autor fue canciller de Nicaragua

Editorial Popurrí Socialismo archivo

COMENTARIOS

  1. Hace 10 años

    le roben a cualquiera, pero que no me roben a mi”que de cierto hay en todo esto, no lo se pero me parece, que ello aplica a la parte central de este escrito

  2. Hace 10 años

    Siempre se ha dicho que un military metido a Presidente o a Dictador, en general no son buenos economistas, ni tampoco saben de planemiento planeado, funcional y sostenible del Presupuesto nacional. Asi, vemos como Venezuela, con una de las riquezas naturales como es el petroleo a su favor y uso, simplemente este valor ha sido mal usado y el pais desangrado economicamente por el Sr. Chavez durante sus 12 anos de gestion presidencial. Recordemos que Somoza o la familia Somoza, usaron el derrotero

  3. Hace 10 años

    lacra va en conjunto con las tiranias, y eso no solamente lo podemos ver como ejemplo en Venezuela, porque ese es un mal que nos toca muy de cerca, y es que el gobierno aunque ve lo improcedente, no puede hacer mucho en contra de ello, porque ello es tan solo un producto de la coima o “Paid-off”, que el debe de permitirles a todos los que se benefician, para asegurarse esa lealtad falsa creada por el mismo. ESTO ME RECUERDA UNA FRASE QUE SE LE ADUCIA a Tachito Somoza, que decia “Yo espero que

  4. Hace 10 años

    militar, con el unico objetivo de asegurarse la lealtad de los estados mayors de ese cuerpo, eso mismo obviamente fue llevado a cabo por Chavez en Venezuela, y armo hasta los dientes ese pais, y con que Objetivo?, el escritor plenamente los identifica, por supuesto, que eso no le asegura a nadie una lealtad ciega por parte de los militares hacia la figura del Presidente, especialmente porque el que estado sentado en esa silla no es CHavez, y eso es ya decir mucho en diferencia, Corrupcion, esa

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí