EFE
Cuando el niño va creciendo es necesario crearle un horario y una rutina, ya sea para comer, hacer sus deberes y hasta para jugar, dado que esto permitirá que los pequeños comiencen a aprender lo que es el orden, afirma la psicóloga Rocío Ramos-Paúl. Un hábito ha de tener tres pilares fundamentales: misma hora, mismo lugar y misma forma. Cuando un hábito no se lleva a cabo, lo que ocurre es que los niños no saben lo que tienen por delante a lo largo del día y no pueden predecir nada. Según explica la experta: “Es como cuando un adulto está en una habitación a oscuras y no sabe qué momento del día es, no sabe si va a comer, si tiene que dormir y eso genera mucha ansiedad”.
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