Lucía Vargas C.
Al lento paso de los semovientes salió la madrugada de este jueves 3 de abril de las comarcas Laguna 1 y 2 de Granada la tradicional peregrinación hacia el Santuario de Popoyuapa, en Rivas.
Este año se unieron sesenta vehículos rústicos halados por bueyes y otros por caballos, en una demostración de fervor religioso y fe a Jesús del Rescate.
El ambiente se torna alegre con el canto de los gallos y el mugir del ganado. Un carretón halado por caballos va adelante con el parlante que deja escuchar música religiosa para animar a los viajeros.
Varios policías de tránsito, a bordo de motocicletas, acompañan la caravana para evitar accidentes y alteraciones en la carretera.
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SITUACIÓN ECONÓMICA AFECTA A PEREGRINOS
El viaje cada año se vuelve más difícil por la situación económica de la gente, dice don Cristóbal González, (57), quien tiene el cargo de tesorero en la junta directiva de los peregrinos de Granada.
“Llevamos agua, cerdos, gallinas, agua, pinol, tamales y de todo un poco, con el esfuerzo de la familia, que recogemos durante el año el dinero para este viaje”, asegura el señor.
Dijo que la familia incurre en gastos para comida, alquiler de carretas con bueyes o carretones de caballos, pero asegura que todos van recogiendo dinero en el año y la fe en Papachú es más importante.
El viaje inició el jueves 3 de abril y la llegada a Popoyuapa es el lunes 8 de abril, para regresar a los hogares el jueves 11 de abril, dice don Cristóbal.
NIÑOS Y ADULTOS EN PEREGRINACIÓN
La comitiva este año la conforman 400 personas: 150 niños y 250 adultos, dice Andy Zúniga, una joven madre que va con sus tres hijos, de 13, 11 y 7 años.
Zúniga contó en su testimonio haber sido sanada de un problema en la columna que la había dejado inmovilizada y ya había sido desahuciada por los médicos en el hospital de Granada. El 28 de febrero dijo haberse caído de su caballo, y ya en el suelo el animal la golpeó con las patas.
Esta peregrina, quien estuvo a cargo de la coordinación de las carretas por muchos años, en 2014 se unió para pagar su promesa a Jesús del Rescate, pues asegura haber sido sanada y agradece estar caminando de nuevo, aunque sea a pasitos.
LA VIGILIA
Mariano González, coordinador de la peregrinación, dijo que este año se unieron más católicos. El jueves en la noche se asentaron en Nandaime, donde todos los años los espera una madrina que les ofrece espacio en el patio de su casa, agua, luz y alimentos. Además se realiza una vigilia y una misa.
“Hoy (anoche) oramos, hay una misa y una vigilia hasta el amanecer de este viernes”.
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