EFE
Afganistán vivió este fin de semana una jornada electoral marcada por los indicios de una alta participación y cuyos primeros resultados provisionales tardarán días en conocerse debido a las dificultades logísticas y de seguridad para el recuento.
Muchas valoraciones son hoy de felicitación por los buenos datos de votantes en los comicios presidenciales —más de siete millones, según la Comisión Electoral—, pero todas las declaraciones son matizadas por una cautela derivada de los precedentes de fraude e imprevisibilidad política del país.
En efecto, la jornada de votación se cerró sin noticias de choques graves entre las fuerzas de seguridad y la insurgencia, pero el Ministerio del Interior ha sorprendido al desvelar en una nota que casi 200 personas murieron en choques armados.
Según el comunicado, 176 talibanes murieron y otros 75 resultaron heridos en enfrentamientos, con el enorme contingente de fuerzas de seguridad que protegía el proceso electoral, estimado en más de 210,000 efectivos entres soldados y policías.
Por otra parte, las autoridades detuvieron a 31 personas relacionadas con episodios de fraude.
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