Geraldina González C.
¿Cuál ha sido el crecimiento profesional y personal que has obtenido en estos tres años de comunicación corporativa?
Antes de estar aquí, durante siete años trabajé en televisión, y no es que sea un trabajo menos complicado o menos demandante, pero es un mundo completamente distinto. Cuando vos estás ante una cámara de televisión tenés que preocuparte mucho por tu imagen y por cómo te vas a proyectar. Mientras que aquí, como empresa las cosas que importan son ciento por ciento distintas: valoran tu desempeño, tu calidad como profesional, tu entrega, la capacidad para trabajar en equipo y para brindar resultados. Venir aquí me ayudó a retarme y a darme cuenta de que había un mundo más allá de la televisión, ver que el trabajo profesional requiere mucho sacrificio, empeño y perseverancia. Vas a cometer errores, pero también vas a asegurarte de que nunca más van a volver a suceder. Siento que voy construyendo una carrera profesional y eso para mí es importantísimo. Ese ha sido el reto más grande, adentrarme en un mundo profesional que para mí era completamente desconocido, con exigencias y estándares de calidad sumamente altos.
Estudiaste Derecho y has estado muy ligada a la comunicación, ¿cómo ha sido esa transición?
Cuando empecé a estudiar Derecho, en el primer año inmediatamente entré al canal, cuando ni siquiera había salido al aire. Pero siempre me mantuve con mi carrera, porque como muchos, veía el mundo de la televisión como algo pasajero. Cuando uno entra en el mundo de la televisión cree que eso es todo lo que hay y yo cometí ese pequeño error. Para mí, la comunicación era televisión, y por eso no iba a cambiar mi carrera en la que me veía a largo plazo y que me apasionaba, por algo que podía ser pasajero y en lo que no me veía en el futuro. Pero yo sola me di ‘con la piedra en la boca’, porque hoy en día ejerzo labores de comunicación y mercadeo. Siento que el Derecho me ha ayudado mucho y lo apliqué en el canal con mi propio programa de televisión que se llamaba ‘Con la ley hasta su casa’. Encontré en el derecho y la comunicación una forma de ayudar a las personas porque hay mucho desconocimiento legal. Hoy en día no ejerzo mi carrera, pero sí sigo creyendo que el derecho es la base de muchas cosas. Haber estudiado esa carrera me ha ayudado a entender mejor el mundo empresarial.
Quizás si no hubieras pasado por eso, no estarías donde estás hoy.
Exacto. Eso para mí es una filosofía de vida. Si veo hacia atrás, hay cosas, como toda persona, de las que uno está orgullosa y otras de las que no, pero si todo eso te llevó a donde estás hoy y donde te encontrás estás feliz, bendito haya sido lo bueno y lo malo. Yo creo mucho en eso de que la vida es una escuela y uno todo lo debe tomar para aprendizaje y para mejorar.
¿Cómo ha sido la experiencia de estar a cargo de un equipo?
Gracias a Dios he tenido la bendición de trabajar con gente linda a mi lado. Trabajar en equipo es un reto, por muy bien que te lleves con las personas implica una capacidad para delegar y confiar. Ha sido una experiencia sumamente enriquecedora porque he aprendido a delegar y creer en las capacidades de las otras personas. Creo que como líder no hay nada peor que podás hacer que no confiar en las capacidades de las personas o subestimarlas, porque en el momento que haces eso y no retas a la gente no le permitís que ellos también se desarrollen. La gente siempre tiene más capacidad para dar, es cuestión de retarlos todos los días.
¿Cuál es tu principal motivación para seguir adelante?
Soy una persona idealista. Creo mucho en hacer las cosas bien, en que uno desde su posición, por muy pequeña que sea, puede aportar a que una compañía crezca, a que una sociedad crezca y a que un país se desarrolle. Soy una persona muy positiva. Creo muchísimo en mí, en mi país, en esta empresa en la que trabajo y creo que desde aquí puedo hacer una diferencia.
Fuera de tu papel de gerente, ¿qué actividades te gusta realizar?
Una de las cosas que me encanta muchísimo hacer es viajar, no necesariamente fuera del país, me gusta conocer Nicaragua. No siempre tengo tiempo, pero si yo tuviera todo el tiempo andaría entre San Juan, Ometepe y otros lugares. En el día a día me gusta hacer ejercicios, creo que esa es una de las formas que uno tiene para renovarse, distraerse y descargar energía. También me gusta leer y aprender.
¿Planes personales?
A corto plazo, estoy planeando iniciar mi maestría en Comunicación Estratégica. Después de la maestría me encantaría tener un hijo, me gustaría ser mamá. Hace tres años quizás no hubiera dicho esto, pero ya este año cumplo 28 y estoy en una etapa de mi vida en la que me gustaría ser una mamá joven como lo fue mi mamá que me comprendió un montón, me aguantó. Yo le digo a mi esposo que el primer bebé es la maestría y el segundo ya el de verdad (risas). Profesionalmente estoy muy contenta donde estoy, no por ser conformista, sino porque mi trabajo es tan variado, el grupo tiene 12 empresas y yo veo mercadeo y comunicación corporativa y me siento feliz.
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