50 años de vida artística, son meritorios, sobre todo cuando son décadas vividas por y para la danza. Este es el caso de la indiscutible maestra de la danza, pionera e investigadora de este arte, doña Irene López.
Doña Irene, a través de estos años, ha dado a conocer lo que es y lo que significa la danza folclórica, no únicamente enseñando las danzas para impartir clases o poner un espectáculo, sino, a través de sus diferentes investigaciones serias y científicas de nuestra idiosincrasia, de nuestras raíces. Ella es la única folclorista que ha estudiado a fondo los distintos bailes folclóricos de todas las regiones del país.
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OBRA HEMEROGRÁFICA
Es válido destacar que en el Diario LA PRENSA ha mantenido una columna constante sobre la danza. Sus deformaciones, los plagios de danzas extranjeras, el diseño de vestuarios que no corresponden a nuestra cultura, el uso inapropiado de pasos, entre otros, con el propósito de que los jóvenes como otras personas involucradas en la danza, aprendan el verdadero significado de nuestro folclor sin deformarlo.
La maestra López es también la única folclorista en formar un centro de estudio tanto para impartir clases de folclor como para realizar investigaciones sobre el mismo, este es el Centro Cultural del Folclor y la Danza Popol Vuh.
SUS GRANDES ESPECTÁCULOS
Dos grandes espectáculos hemos tenido la oportunidad de apreciar y donde hemos aprendido, el porqué de nuestro sincretismo folclórico y danzario. Uno de ellos es Los hijos del maíz, un espectáculo que nos enseñó de dónde provienen las raíces de nuestros bailes, la fusión o sincretismo de las razas y las culturas que formaron nuestra idiosincrasia y nuestra nicaragüanidad.
Los ritmos que iban y venían regresando en otro tipo de danza, lo que dio el rico folclor que tenemos, acompañado de toda la parafernalia: abanicos, máscaras, trajes, etc., llegando hasta lo que actualmente es la danza folclórica, acompañada además de la marimba, ese instrumento musical traído por los negros africanos.
Un espectáculo danzario que nos dotó de conocimientos, además de los ricos bailes de nuestra cultura indígena, magistralmente puestos en escena por doña Irene López.
EL GRAN PÍCARO
Otra obra puesta en escena por doña Irene López fue El gran pícaro, obra que le tomó seis meses escribir el guion y montar la obra con sus diálogos, actuación y danzas. Para llevar a cabo esta magistral presentación, esta incansable investigadora de nuestro folclor estudió durante muchos años diferentes versiones escritas de El Güegüense, por los diferentes intelectuales que han abordado sobre esta obra primigenia del teatro y la danza nicaragüense.
Esta producción artística incluyó una coreografía creativa, una sobria escenografía, vistosos trajes y la recreación de los parlamentos. El Güegüense, presentado esta vez en forma diferente, amena, actual y divertida, con el único propósito de ser apreciada y comprendida por todos.
Mi humilde reconocimiento a esta gran maestra, pionera e investigadora incansable de nuestro folclor, de nuestra nicaraguanidad, de nuestras raíces.
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