Elízabeth Romero
Corresponsal / RAAS
en medio de vivas y detonar de pólvora, fue bajada esta tarde la Consagrada imagen de la Sangre de Cristo de su capilla a la nave central de la Catedral de Managua, como ya es costumbre los Viernes de Dolores antes de iniciar la Semana Santa.
El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, aprovechó para reconfortar a los católicos reunidos aquí, ante los momentos de emergencia que enfrenta el país a causa de los sismos que se registran desde ayer.
Ese miedo lo vamos abandonar en Jesucristo, les dijo monseñor Báez a los miles reunidos en el principal templo de los capitalinos.
Monseñor Báez señaló que la presencia en esta actividad religiosa para lo cual la feligresía venció el miedo a los temblores, es una muestra de fe en el Señor.
Ante los momentos de peligro que vive el país aconsejó seguir las recomendaciones de las autoridades, cuidar a niños, y ancianos pero con serenidad y confiados en la protección de Dios.
En una oración elevada al creador puso en sus manos a la población que habita en sitios de mayor riesgo, al igual que a los obispos del país.
Justo cuando concluía la oración monseñor Báez un fuerte temblor se registraba. Pero nadie se movió.