Carlos René Ramírez
Estos conceptos han girado sobre países y personalidades que dejaron hitos en la historia, como el caso de Roma, Mussolini y Nerón. Desgraciadamente para el mundo que es afectado por los déspotas que son discípulos de Hitler y Lenin, la actualización de todos estos elementos está carcomiendo la dignidad de los hombres y de las naciones y pareciera que el maligno que se disfraza de diferentes formas está ganando la batalla. Nos dirán que estamos impregnados de un derrotismo y pesimismo que se afianza en una mayoría de personas que ven los acontecimientos sin inmutarse, o sea que son “leseferistas” por naturaleza o porque están inmersos en la olla a medio hervir y que como la rana están a gusto sin avizorar el final que los exterminará.
En el caso mío, tengo la plena conciencia de que la justicia, la verdad, y la auténtica democracia habrán de triunfar. Los nicaragüenses hemos sufrido precisamente lo que están sufriendo nuestros hermanos venezolanos, pues no teníamos tampoco papel higiénico y la tal tarjeta de racionamiento era todo el tiempo un insulto a nuestras necesidades, ya que existía un desabastecimiento aprovechado por los allegados al régimen, quienes acaparaban y hacían negocios con pingües ganancias, y la tal operación Berta, que fue un robo estatal bien planificado el cual unos pocos lo sabían y se hicieron ricos de la noche a la mañana, pero q en otros produjo hasta fallecidos por infartos al verse desposeídos de sus activos.
La injerencia cubana era voluminosa y hasta tenía mando en el Ejército y en muchos otros sectores. Ahora los regímenes concebidos por el diabólico plan chavista vociferan por la injerencia del imperialismo norteamericano, que no es más que actividades en ayuda a ciertos organismos que trabajan a favor de desposeídos u otros a favor de la democracia, pero no recuerdan la injerencia imperialista americana después de la Segunda Guerra Mundial, que no tomó ningún pedazo de tierra de los países derrotados, sino que con el Plan Marshall revivió las economías de Alemania Federal, Japón, etc., mientras que Rusia con su injerencia en la Alemania Oriental llevó pobreza y la construcción del muro de Berlín, que al final fue el símbolo de la caída del imperialismo soviético. Y qué decir de la injerencia cubana en Angola, Tanzania, Yemen del Sur, Etiopía, Namibia, Zimbabwe, Granada, Bolivia, Nicaragua, Chile.
Cómo estaría Chile si se hubiera instalado un régimen comunista, no sería actualmente la primera economía latinoamericana. El heredero de Chávez cursó estudios para conducir vehículos automotores y tiene preso a un líder de la oposición que se graduó en la Universidad de Harvard. Ante las protestas del pueblo por el desabastecimiento y la influencia cubana, etc., los llama fascistas ignorando que el fascismo lo creó Mussolini, quien fue un déspota totalitario que reprimió todos los derechos humanos y la oposición venezolana simplemente no quiere que su patria sea otra Cuba, pues siendo la nación con mayor riqueza distribuye centenas de miles de crudo a Cuba y otros países y ellos tienen la mayor inflación del mundo y una deuda externa pavorosa. La política internacional de los países latinoamericanos girando al son del joropo venezolano, impregnado de petrodólares y ya vimos cómo Chávez quiso modificar la OEA y llamó insulso a Insulza y efectivamente ha mostrado serlo. Ya lo vimos cuando la destitución legal del presidente Zelaya en Honduras quería ser satélite de Venezuela, los países sumisos al crudo ordenaron a Insulza a intervenir, y ahora cuando en Venezuela la oposición es masacrada y hay muertos y presos, Panamá sugirió la mediación de la OEA, 29 países tiraron su dignidad por la borda para hacerle el juego al totalitarismo que reina en Venezuela, y Maduro una vez más se enreda en su endiosamiento y rompió relaciones con Panamá, quizá para dar un ejemplo amenazante a los países que absurdamente subordinan su integridad ante un fantoche exalumno de la escuela comunista de Cuba y que quiere clonarla, lo que es precisamente la lucha actual del noble pueblo venezolano para que no se realice.
Los autoritarismos similares de los países del Alba tienen montadas las feroces máquinas reguladas por monstruos humanos, que convierten los votos siempre a favor de ellos, de allí que las elecciones que son el pilar de la democracia es la pantomima a favor de los dictadorzuelos de turno. El autor es cooperativista, fue funcionario del BNN.