Alina Lorío L. / Nueva Segovia
Martínez anunció que el Gobierno permanecerá vigilante y en alerta para controlar el fuego, evitar que se propague por más áreas y motivar a que las autoridades correspondientes acusen judicialmente a quienes encuentren causándole semejante daño a los bosques de pino en la cordillera Dipilto-Jalapa.
Este sábado las llamas seguían devorando el bosque mientras tanto miembros de la Policía Nacional, el Ejército de Nicaragua, el Inafor y Marena y los brigadistas voluntarios de Ocotal, Mozonte y San Fernando, seguían en el territorio.
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Un incendio provocado, probablemente, por “pirómanos o personas mal intencionadas”, en los sectores de Río Arriba, La Quesera y Casa Blanca, al norte del municipio de San Fernando, Nueva Segovia, devoraron en menos de dos días más de 400 hectáreas de bosques de pino.
Unos 200 brigadistas voluntarios de Ocotal, Mozonte y San Fernando han estado trabajando en la zona desde la mañana del viernes pasado.
El primer día bajaron de los cerros hasta las 12:30 de la noche y se reincorporaron a esa tarea a las 5:00 de la mañana, logrando al mediodía del sábado sofocar el fuego en esas áreas.
Los brigadistas solo almorzaron y fueron avisados de volver a subir a los cerros porque habían nuevos frentes de fuego encendidos en los bosques de pino del municipio de San Fernando.
CON LAS UÑAS
No devengan un solo centavo, y sus herramientas son una pala, una bomba para agua, un rastrillo o simplemente una rama.
La Alcaldía de San Fernando los dota de botas, uniformes y casco, pero también de su alimentación mientras permanecen en el área.
Con eso, suben y bajan los cerros prendidos en altas llamaradas que poco a poco devoran los bosques de pino.
Se estima que unas mil manzanas de bosques fueron arrasadas por el fuego. Mientras, los dueños de esos bosques no se presentaron a la zona quemada. Los únicos que estaban eran los incansables brigadistas que intentaban paliar el fuego abrasador.
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