AFP
El periodista francés Didier François, que estuvo diez meses secuestrado en Siria, sufrió “simulacros de ejecución, pistolas contra la sien y la frente”, explicó este lunes a la radio Europe 1, en la que trabaja.
Sin embargo, el periodista, de 53 años, contó: “los simulacros de ejecución no me estresaron especialmente, en la medida en que se notaba mucho que era para presionarnos”.
“Si hubieran decidido cortarme la cabeza o dispararme, está ritualizado. Resulta, por otra parte, que tengo la suerte de conocer bastante bien este tipo de cosas. Los temas de rehenes, los he seguido durante mucho tiempo, y muy de cerca, y conozco relativamente los procedimientos.
Veía que no habíamos alcanzado el límite”, declaró François, quien viajó a Siria hace diez meses para hacer un reportaje sobre las armas químicas. “Es bastante tranquilizador y permite estar más sereno”, añadió el periodista, que ha cubierto varios conflictos, como los de Chechenia, Kosovo, Oriente Medio e Irak.
François también relató su día a día, encerrado, gran parte del tiempo, con los otros tres rehenes periodistas franceses, en unos sótanos “con puertas de hierro y barrotes”. Los primeros días fueron especialmente duros: “La presión es muy, muy, muy fuerte. Cuatro días sin comer ni beber. Al cuarto día sin beber, empiezas a sentirte realmente mal, esposado a un radiador y recibiendo golpes. Es un poco para romper cualquier veleidad de resistencia”.
El fotógrafo Edouard Elias, 23 años, que fue secuestrado con Didier François en el norte de Alepo el 6 de junio de 2013, contó que pensó, sobre todo, en su familia durante su detención. “Sí, es bastante complicado”, y añadió: “podría haber sido peor. Hubo altibajos”, pero “podemos caminar, estamos bien de salud, es lo principal”.