Rezaye Álvarez M.
Los managuas viven de una calma relativa. Ninguna de las fallas que históricamente han causado terremotos en la capital desde 1972, han sido activadas por los eventos sísmicos del 10 de abril ocurridos entre Mateare y Nagarote.
Esta es una de las conclusiones obtenidas de los estudios realizados por expertos del Instituto de Geología y Geofísica (IGG-Cigeo) de la UNAN-Managua, que fueron presentados durante el foro “Fallas activas de Managua”. Los estudios incluyen investigaciones en las fallas de Mateare, Nejapa, Estadio, Tiscapa y Cofradía.
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Para Marenco, el cumplimiento del reglamento de la construcción “es prácticamente imposible seguirlo porque no tenés suficiente personal”.
Uno de los aspectos más difíciles de superar en cuanto a la construcción, según Marenco, es la falta de calidad de los materiales de construcción.
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El director del IGG-Cigeo, Dionisio Rodríguez, aclaró que el antiguo fallamiento de Managua no está relacionado con los sismos que se han producido entre el volcán Momotombo y Apoyeque, ni con la ocurrencia del terremoto del 10 de abril.
FALLAS DESCONOCIDAS
Sobre las fallas causantes de esos eventos telúricos, Rodríguez dijo que “nosotros no hemos encontrado ninguna falla, sabemos que debe ser una falla nueva o un sistema de fallas nuevo que no lo conocemos todavía, no hemos podido identificar exactamente dónde va”. Rodríguez afirmó que hasta ahora lo que saben es que al menos existen dos sistemas de fallas y son estas las que causan los sismos entre Momotombo y Apoyeque.
El director del IGG-Cigeo también señaló la necesidad de actualizar el mapa de fallas de Managua, ya que en casos como la falla del Estadio, gracias a los estudios recientes, se determinó que no es una sola falla, sino un sistema complejo.
UNA “MEGAFALLA”
No obstante, el geólogo Francisco Javier Espinoza afirmó que un aspecto a tener en cuenta es que la falla de Nejapa, siendo una de las más grandes de Managua con 25 kilómetros de longitud y unas 25 estructuras volcánicas emplazadas en su interior, es capaz de producir terremotos superiores a siete grados en la escala Richter, ya que con la falla de Mateare forma una “megafalla”.
Espinoza afirmó que todas las fallas en su conjunto producen un estiramiento del oeste hacia el este, es decir, de Mateare a Cofradía.
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