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El secretario general de la FIFA culminó su última visita a Brasil antes del Mundial con un mensaje optimista, diciendo que en unas cuantas semanas festejará el inicio de un torneo exitoso, tomándose una caipiriña con el ministro de Deportes, Aldo Rebelo. Pero quedó claro que Jerome Valcke no está del todo contento con lo que vio en el país, donde todavía falta mucho por hacer en muy poco tiempo antes del torneo, que comienza el 12 de junio. Valcke destacó que hay “un cronograma muy ajustado” para terminar las obras en el estadio de Sao Paulo.
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