Génesis Hernández Núñez
Ha pasado más de un mes desde la noche del 21 de marzo, cuando una flecha lanzada con una ballesta hirió a “Barbuda”, una perra de 3 años que, según su dueña, Socorro Solís, fue la primera mascota atacada y la única sobreviviente.
Desde entonces han habido ocho perros muertos a flechazos y dos denuncias interpuestas en la Estación Tres de Policía, pero ninguna información oficial.
Fue hasta este miércoles 30 de abril que la jefa de facto de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera, brindó declaraciones sobre este caso que ha tenido como escenario distintos puntos de la Carretera Sur.
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Para el jurista Sergio Cuarezma Terán, esta situación “desafía a la Policía, a todo el sistema de justicia y a la sociedad. Trata de evidenciar impunidad, que las instituciones no funcionan, mucho menos para los animales, aunque estos sean titulares de derechos”.
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Según Granera, luego de realizar las investigaciones correspondientes se ubicó a un sospechoso y a presuntos cómplices, pero ninguno está detenido.
Granera también dijo que las ballestas están en poder de la Policía para que los peritos de la institución las examinen minuciosamente y así determinar si fueron utilizadas en los ataques.
BALLESTAS TAN PELIGROSAS COMO ARMAS DE FUEGO
La funcionaria de facto manifestó que a raíz de estos hechos, el presidente inconstitucional Daniel Ortega decretó que a partir de ahora esa clase de ballestas serán catalogadas como armas tan peligrosas como las de fuego y que, quienes posean una, sin importar su finalidad, deberán registrarla en un plazo de tres meses.
Finalmente, Granera dijo que “cuando se tengan los resultados del caso, entre hoy y mañana, se dará mayor información al respecto”.
LAS PRIMERAS DENUNCIAS
La perra “Cookie” fue atravesada con una flecha la noche del 4 de abril, murió al día siguiente y se convirtió en el primer caso de este tipo que se hizo público en las redes sociales y los medios de comunicación.
Renato Franco Peñalba, dueño de “Cookie”, denunció en el Distrito Tres de la Policía Nacional lo ocurrido con su mascota y ahí le confirmaron que ya había una denuncia similar, aunque la única sospecha era que se trataba de “un grupo de chavalos que andan con una ballesta” a bordo de una camioneta gris.
Peñalba contó que entregó la epicrisis de su perra y la flecha a la Policía, y que en los días siguientes una patrulla rondó el lugar de los hechos y que incluso el jefe policial de la zona estuvo en el sitio, pero que no habían dado información.
DOS SEMANAS DESPUÉS, VOLVIERON LOS ATAQUES
El 23 de abril, el veterinario Enrique Rimbaud se enteró de que habían vuelto a matar perros a flechazos: “Yo no los atendí, pero supe que habían matado dos perros más y que habían denunciado en la Estación Tres de Policía”.
Por su parte, Ana Julia Cardoza, dueña de “Tinky”, uno de los primeros perros atacados, dijo que la Policía había llegado la tarde del 23 de abril “a tomar las medidas del lugar donde encontramos a mi perro, y dijeron que iban a seguir recorriendo el sector e investigando”.
Gracias a esas investigaciones, el viernes 25 de abril, la Dirección de Auxilio Judicial junto con agentes del Distrito Tres de la Policía Nacional realizaron un operativo en una casa del residencial Altos de Ticomo, en el kilómetro diez y medio de la Carretera Sur, en donde encontraron una ballesta.
Al día siguiente, sábado 26 de abril, al finalizar una marcha realizada en repudio a estos casos, el oficial Teodoro Manzanares, quien estaba de guardia en Plaza El Sol, dijo que “las autoridades están por esclarecer la situación y en una rueda de prensa van a dar la información sobre los hechos. Son menores de edad, supuestamente”.
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