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La plata está viéndose debilitada por su asociación con el oro. Si bien los fabricantes de todo, desde joyas hasta paneles solares, están comprando más plata que en los últimos nueve años, los precios languidecen.
Los inversores minimizan la demanda industrial y se concentran en cambio en el menor atractivo de los metales preciosos como refugio, en tanto la Reserva Federal reduce las medidas de estímulo económico, la inflación es débil y los títulos se recuperan.
La plata se vio arruinada por la caída de un año del oro, la mercancía que más tienen los inversores en fondos cotizados en bolsa, luego de una recuperación de un decenio durante el cual los precios correspondientes a ambos aumentaron más de seis veces.
Los cinco analistas más acertados para los metales preciosos monitoreados por Bloomberg en los dos últimos años predicen que la plata promediará 18.80 dólares la onza en el tercer trimestre, el nivel más bajo desde 2010, y el oro caerá 7.8 por ciento.
“El impulso industrial puede ayudar pero no creo que sea tan influyente como el inversor”, dijo Robin Bhar, responsable de investigación en metales en Société Générale SA, de Londres y el pronosticador más acertado monitoreado por Bloomberg.
La correlación ha sido fuerte. Desde diciembre de 2008 hasta junio de 2011, la plata se triplicó y el oro avanzó 70 por ciento, en tanto ambos tocaron máximo históricos.
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