SLOVYANSK, Ucrania/ AP
La ofensiva ucraniana para recuperar Slovyansk controlada por los insurgentes prorrusos aumentó drásticamente la crisis y desató ayer un enfrentamiento en el puerto de Odessa.
Treinta y ocho personas murieron en un incendio, registrado en la casa de los sindicatos en Odessa, tras enfrentamientos entre proucranianos y prorrusos, informó el Ministerio del Interior. Estas víctimas se suman a los cuatro fallecidos registrados antes en el centro, al enfrentarse manifestantes defensores de la unidad de Ucrania y prorrusos.
“Estamos unidos en nuestra determinación de imponer consecuencias a Rusia por sus acciones, incluso a través de sanciones coordinadas”, dijo Obama tras una reunión con Merkel en el Despacho Oval.
“El próximo paso será un régimen más amplio de sanciones sectoriales”, advirtió el mandatario.
“No queda tanto para el 25 de mayo. Si no es posible estabilizar más la situación, será inevitable la imposición de nuevas sanciones”, señaló Merkel. “Depende de los rusos cuál es el camino que quieren tomar”, expresó.
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Otras diez personas resultaron heridas, entre ellas tres policías, durante la batalla campal en la que prorrusos y proucranianos, a los que se sumaron hinchas de futbol, se enfrentaron con palos y piedras. Según se ha informado, tras los enfrentamientos, los prorrusos se refugiaron en la casa de los sindicatos al verse acorralados y fue después cuando se declaró el incendio.
Los choques comenzaron cuando miles de manifestantes con banderas ucranianas y cantando lemas como “El este y el oeste, juntos” se manifestaban por el centro de la ciudad, en una marcha a la que se sumaron hinchas del equipo de futbol Chernomórets. A su encuentro fueron varios cientos de prorrusos, armados con escudos y palos.
El Kremlin dijo que la ofensiva del gobierno interino en Kiev acabó con el pacto de Ginebra, destinado a reducir los disturbios. Pero Rusia indicó que seguirá tratando de frenar la violencia y que Kiev tiene poca capacidad para reavivarla.
Al anochecer, un grupo de efectivos ucranianos y vehículos blindados habían bloqueado las carreteras principales que conducen a Slovyansk, el epicentro de la insurgencia prorrusa.
El presidente interino Oleksandr Turchynov admitió que “muchos” insurgentes fueron asesinados o heridos ayer, pero la ofensiva también subrayó la vulnerabilidad del Ejército. Ambas partes reportaron que dos helicópteros ucranianos fueron derribados por los insurgentes, lo que provocó la muerte de dos tripulantes.
El Servicio de Seguridad ucraniano dijo que uno fue derribado con un misil tierra-aire, y agregó que el uso de un arma de tal sofisticación niega las afirmaciones de Rusia de que la ciudad es controlada solo por ciudadanos armados.
Las autoridades en Kiev afirman que el gobierno ruso se prepara para invadir y que está fomentando el desconcierto en el este, donde los insurgentes han tomado edificios en una decena de ciudades y pueblos. Moscú niega estas afirmaciones, pero el ministro del Exterior, Serguéi Lavrov, ha advertido que Rusia responderá a los ataques contra ciudadanos rusos o sus intereses en el este.
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