Sergio León C., José Garth y Gloria Picón Duarte
Según Rivas, el escrutinio del 2 de marzo dio a Yatama un total de 3,046 votos, seguido del FSLN con 3,017. Sin embargo, dice que las cantidades fueron invertidas en Managua, con lo cual Yatama perdió el escaño de Benlis como miembro del Consejo Regional.
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Entre reclamos de los simpatizantes del partido indígena Yatama y varias pedradas contra vehículos oficiales, incluida la camioneta en la cual se movilizaba el reelecto magistrado del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas, fueron juramentadas ayer en Bilwi, Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), las nuevas autoridades de esa región, a pesar de los cuestionados resultados de las elecciones regionales de marzo.
Se estima que los responsables de las pedradas fueron los militantes de Yatama, cuando intentaban evitar que el gobernante Frente Sandinista tomara el control del Consejo y Gobierno Regional en Bilwi, donde hasta ayer ellos habían gobernado en alianza con el FSLN, pero fueron excluidos esta vez por obtener solo 11 de los 45 consejeros, tras unos resultados electorales que Yatama rechaza y califica de fraudulentos.
Decenas de policías antimotines reprimieron la protesta de Yatama en las puertas del Palacio de la Autonomía, en Bilwi, que según las autoridades de ese partido dejaron a varias personas heridas, entre estas un grupo de mujeres golpeadas por los mismos antimotines, que tras la toma de posesión fueron enviados a patrullar las calles de la ciudad.
En Bluefields, donde la toma de posesión de los consejeros se realizó en calma, Rivas confirmó que varios vehículos oficiales del CSE fueron apedreados y justificó así el fuerte cordón policial que le custodiaba.
“Yo hubiera querido que estuvieras conmigo en Bilwi, a ver si no te hubieras protegido también”, respondió Rivas a un periodista que le preguntó por qué tantos policías.
“Yo tengo entendido que junto a la gente que me acompañaba recibí algunas pedradas (en Bilwi). Yo no le doy importancia a estas cosas porque hay quienes ejercen la democracia como aquí en el Atlántico Sur, y hay otros que la ejercen de manera violenta. Pero solo eran cinco o siete personas que estaban generando alboroto”, intentó minimizar.
En Bilwi, el comisionado mayor Yuri Valle confirmó que seis camionetas oficiales resultaron con los vidrios rotos y las llantas ponchadas.
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