Génesis Hernández Núñez
En Muelle de los Bueyes, municipio de la Región Autónoma del Atlántico Sur, los Comités de Agua Potable y Saneamiento (CAPS) realizan la labor que debería ejecutar la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal): abastecer de agua potable a las comunidades rurales.
“Enacal solo tiene influencia en el casco urbano y hay ocho comunidades en el borde de la carretera que se puede decir que son urbanas, pero Enacal solo cubre una, el resto la cubrimos los CAPS”, explicó Santos Rivera Garache, coordinador de los CAPS en Muelle de los Bueyes, donde hay 39 comités que abastecen de agua a aproximadamente 15,000 personas.
Burocracia estatal
Rivera comentó que los campesinos de la zona “le tienen un miedo tremendo a Enacal, porque oyen decir que cobra, que hace y deshace y por eso es la Alcaldía la que trabaja con ellos, ellos dan su aporte y luego se les delega para que le den mantenimiento a los sistemas”.
Por su parte Esperanza Soza, coordinadora de la red CAPS del municipio de Muy Muy, del departamento de Matagalpa, manifestó que un problema serio que enfrentan son los obstáculos en la legalización de los comités, “porque tenemos que declarar desde una ventanilla electrónica, pero muchas veces nuestros compañeros solo tienen hasta segundo grado aprobado y no tienen acceso a la tecnología, porque son de comunidades largas”.
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