Lucydalia Baca Castellón
“Es muy difícil comprar tierra que sea apta para el cultivo y que el dueño tenga los títulos legales, ya que la tenencia de la propiedad es uno de los principales problemas en el Atlántico”, asegura. La alianza con pequeños productores propietarios de parcelas ha sido la solución al problema.
Según Baltodano, los caminos de acceso han mejorado mucho en la zona, y la carretera que se construirá desde Naciones Unidas hasta Bluefields será de gran beneficio para el desarrollo del cultivo del robusta, ya que en poco tiempo habrá que establecer la infraestructura necesaria para beneficiar el café en la zona, tal como lo establece la ordenanza gubernamental que autorizó el cultivo del grano en el país.
[/doap_box][doap_box title=”Inversión crecerá” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
[/doap_box][doap_box title=”Es menos exigente” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
Los costos de producción son más bajos que los del arábigo. El establecimiento del cultivo cuesta unos 1,500 dólares por manzana y la producción unos 70 dólares por quintal. En las últimas cosechas el mercado internacional ha pagado un promedio de 100 dólares por quintal de robusta.
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Menos de un año después de contar con el aval oficial para desarrollar el cultivo del café robusta en el Caribe del país, Nicaragua se prepara para dejar de importar unos 20,000 quintales anuales del grano y desde ahora busca mercado en el exterior para unos 100,000 quintales, que se comenzarán a producir en los próximos años.
Las áreas experimentales del cultivo (unas 500 manzanas) que desde el 2006 comenzó a establecer MerconCoffee Group junto con productores en la zona de Nueva Guinea, alcanzó en la actual cosecha unos 10,000 quintales.
“Eso permitirá dejar de importar el producto, porque cada año se traen desde Vietnam entre 15,000 y 20,000 quintales que se le venden a Café Soluble, que lo mezcla con otras variedades para elaborar sus productos, aunque este año hay que completar su demanda con café importado porque no se produjo suficiente”, indicó José Antonio Baltodano, presidente de MerconCoffee Group.
Dicha producción se incrementará en la cosecha 2014-2015, que inicia en octubre próximo, ya que en la actual solo produjeron unas 150 manzanas de las cerca de 500 que están establecidas y otra parte entrará en producción en el siguiente ciclo productivo.
DOS MIL MANZANAS MÁS
En agosto del año pasado a través del Acuerdo Ministerial 012-2013 el Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor) delimitó como áreas aptas para cultivar café robusta, los municipios de la RAAN, con excepción de Waslala, y las áreas protegidas de Bosawas; y en la RAAS los municipios de El Coral y El Almendro.
Este aval gubernamental, según Baltodano, también abrió las puertas a la importación de semilla y clones de distintas variedades del robusta que se están comprando en Brasil. Esto permitirá que a partir del ciclo agrícola que está por comenzar, a las áreas establecidas se le sumen hasta dos mil manzanas del cultivo.
MerconCoffee Group adquirió recientemente unas 500 manzanas de tierras en la zona autorizada para el cultivo y financiará hasta 1,500 adicionales a pequeños productores de la zona que quieran sumarse a unos ochenta que ya están produciendo el grano como parte del proyecto.
Equipos especializados de la empresa Nestlé de Brasil y México son los encargados de brindar la asistencia técnica a los involucrados en el proyecto de expansión del cultivo del café robusta en el país.
GRAN OPORTUNIDAD
“Ahorita hay unos ochenta pequeños productores que producen en promedio cincuenta quintales por manzana y ganan en promedio unos mil dólares por manzana. Y en el nuevo ciclo se piensan sembrar unas dos mil manzanas más con varios productores”, asegura Baltodano.
El empresario estima que este cultivo ha abierto una gran oportunidad al país, que seguirá diversificando su oferta exportable, ya que la demanda del café robusta en el mundo es de unos 60 millones de quintales cada año.
También considera que proporcionará grandes beneficios a los pequeños productores de esa zona que antes se dedicaban a la ganadería. “Lo que tenían ahí eran potreros, en los que tenían una cabeza de ganado por manzana y ganaban unos 150 dólares al año. Ahora tienen la posibilidad de ganar mil dólares por manzana, eso es un gran incremento de sus ingresos”, expresa orgulloso Baltodano.
A través de la alianza que el grupo establece con cada pequeño productor en la zona se le entrega semilla, financiamiento, asistencia técnica “y ellos lo que tienen que poner es su tierra y su mano de obra”.
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