Wendy Álvarez Hidalgo
Forzar la desdolarización de la economía puede ser “catastrófico” y tendría un mayor costo social y financiero, advierten economistas de Bolivia y Perú, consultados por LA PRENSA, quienes explican cómo sus naciones han logrado sanear sus economías altamente dolarizadas en poco más de una década.
El expresidente del Banco Central de Bolivia, Juan Antonio Morales, recuerda que en 1982 su país intentó forzar el uso del boliviano (moneda oficial) y se prohibió que el dólar se usara en las transacciones y contratos.
“Fue una desdolarización mal pensada que ocurrió tanto en Perú como en Bolivia. La gente en lugar de ahorrar en los bancos, mejor los tenía debajo de sus colchones. Fue un fracaso”, dice el exfuncionario de gobierno de ese país.
HAY QUE PENSAR BIEN
“Si una política de desdolarización no se piensa bien, si no se hace con cuidado y prudencia, si no se hace en una buena coyuntura económica los resultados pueden ser contraproducentes y la economía se puede dolarizar más informalmente”, explica Morales.
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Esa misma advertencia hizo el economista y catedrático boliviano, Marco Antonio del Río Rivera, quien dice que “la experiencia exitosa de Bolivia en los últimos años se ha debido por las circunstancias y la coyuntura que ha vivido la economía y la implementación de algunas políticas que han ayudado al proceso”.
“Un programa de desdolarización forzosa (prohibir el uso de la moneda extranjera) puede ser un remedio que agrave la enfermedad”, enfatiza.
ANUNCIO CAUSÓ TEMOR EN NICARAGUA
La semana pasada en Nicaragua, el presidente del Banco Central, Ovidio Reyes, anunció que pediría asesoría a una delegación del Fondo Monetario Internacional para impulsar la desdolarización de la economía, situación que ocasionó preocupación entre los agentes económicos, principalmente bancarios y empresa privada.
Tal fue la inquietud que nueve días después, Reyes dijo públicamente que ya no se hablaría más de “desdolarización” y que se dedicarían mejor a fortalecer la moneda nacional.
En Nicaragua cerca del ochenta por ciento de la economía se mueve en dólares, pese a que el salario de los más de tres millones de trabajadores es pagado en córdobas y sin mantenimiento de valor.
RECOMIENDAN PRUDENCIA
Al ser consultado sobre la situación en Nicaragua, el expresidente del Banco Central de Bolivia dice que si el país tiene un elevado déficit en cuenta corriente o balanza de pago “se requiere ser más prudente” en materia de cordobización de la economía.
“Si hay déficit, hay que financiar ese déficit y si para eso se reducen reservas, eso puede afectar la credibilidad en la política cambiaria del país”, explica.
Pablo Secada, economista jefe del Instituto Peruano de Economía, dice que el proceso de desdolarización sí es “posible”, aunque esto implique años y mucho trabajo en materia monetaria y economía.
Secada dice que el papel del Banco Central es clave en este proceso, siempre y cuando se garantice su estabilidad y se fortalezca su independencia.
En Perú, explica, se tuvo que hacer una profunda reingeniería para asegurar que el banco ganara credibilidad en sus políticas.
Para el economista Adolfo Acevedo, en Nicaragua el anuncio se hizo de forma “bastante burda”, sin proporcionar mayor explicación, lo que “contribuyó a desencadenar un verdadero escándalo”.
Y recuerda que en el Reporte de la Misión del FMI sobre la Consulta relativa al Artículo IV para el año 2013, este tema ya se había abordado con el Gobierno, cuya discusión apuntaba a abrir un debate sobre “la conveniencia de reducir la tasa de deslizamiento”, un piso “relativamente alto para la inflación, la que en términos generales ha sido más alta en Nicaragua que en el resto del istmo, y que podía ser un factor que está contribuyendo a la creciente dolarización”.
“Si las cosas se hubiesen explicado de manera transparente, tal como se conversaron con el FMI, probablemente se hubiese evitado la enorme confusión que se creó, propiciada por el tipo de anuncios sin explicación alguna que se hicieron”, enfatiza el economista Acevedo.
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