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Los romances de la luna

La periodista y narradora Ángela Saballos aborda en su libro El Triángulo de la Chela la vida de mujeres que sufren violencia familiar, que se involucran en el narcotráfico, que aman intensamente y que se vengan de los maridos infieles.

Relacionista pública, traductora, exdiplomática, pero sobre todo periodista que goza de gran prestigio dentro y fuera de Nicaragua, Ángela Saballos hermana su talento de periodista con el de narradora y de las buenas.

Su libro de cuentos, El triángulo de la Chela (2010) me atrapó desde el inicio. El título, en una primera lectura, me pareció que se refería a los genitales femeninos. Pensé que se trataba de una seductora mujer que tenía muchos amantes, o que protagonizaba una historia pletórica de erotismo. La trama de este relato con este título lo veremos después.

En este libro, las protagonistas son mujeres que sufren violencia familiar, que se involucran en acciones del narcotráfico nacional e internacional, que aman intensamente y que se vengan de los maridos infieles. En las páginas del libro predominan el contrabando, el alcoholismo, la corrupción de los jefes de la policía, quienes reciben dinero de los mafiosos de toda laya.

[doap_box title=”Sorpresivos finales” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Sirven como escenarios recurrentes el mar y la luna, elementos poéticos que tradicionalmente son presagios de amor y de muerte como en el Romance de la luna, luna y Romance sonámbulo, del gitanísimo Federico García Lorca, sin embargo, en la época del romanticismo, los escritores emplearon en su estética las noches románticas donde la luna se convierte en aliada de los enamorados e ilumina con su luz los besos, abrazos y entregas amorosas de los amantes.

El romanticismo y sus poetas escribieron bellísimos poemas y música inmortal como el Claro de luna, del inmortal Federico Chopin.

Ángela Saballos domina este tema con gran acierto y nos da la impresión de que conoce muy bien los misterios del amor. Poseedora de una prosa elegante, donde nada sobra, ni nada falta, describe con minuciosidad todos los hilos de la trama para brindarnos un sorpresivo final.

Hay en el discurso trozos que alcanzan la belleza poética. Recordemos las sabias palabras de Darío: “El periodista que escribe con amor lo que escribe, no es sino otro escritor como otro cualquiera”.

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Cabe destacar que el cosmos narrativo es manejado con una gran habilidad que mantiene en vilo al lector. En el discurso narratológico predomina la primera persona y en otros, la primera persona que se dirige a un narratario que conoce las interioridades de la narradora, como aquel de la escritora, que al final de su cuento de ficción se da cuenta que es la historia de ella misma; es un caso de doble personalidad. Se trata de un juego de espejos.

MARÍA FÉLIX

El libro se inicia con el cuento Anduvo, anduvo, anduvo. Inmediatamente lo vinculé con el poema de Rubén Darío, Caupolicán, en el cual un terceto repite ese verbo tres veces. Nada más lejos de la verdad.

El cuento trata de la mujer ideal de un hombre que es nada menos que María Félix. Tras su intensa búsqueda, la trae desde México para mantenerla encerrada y adorarla. Muy pronto, el hijo de la actriz, la rescata y él pierde a la mujer amada. El final es sorpresivo: la Doña no era nada menos que ¡una imagen virtual que se le escapó del internet y el enamorado pierde para siempre!

En un relato, una “chica bien”, nicaragüense, de paseo en Estados Unidos, es degollada por una mujer negra que la vio sentada adelante y no soportó la preferencia para una hispana. Es un asesinato de discriminación racial tan común en los años sesenta.

En otro cuento, la esposa de un alto funcionario se vengó dejándolo en la calle: muy caro le costó el hijo natural que tuvo con una mujer del barrio 14 de Septiembre. Un relato extraño es el del hijo loco que no quiso entregar el cadáver de su madre muerta hacía tres días.

Un cuento muy singular, que tiene un final tragicómico es aquel suceso en el que la protagonista sentía que después de un accidente su ojo deshecho le resbalaba por la cara: cuando el paramédico insiste en verle el ojo, ella se da cuenta que aquella masa gelatinosa, no era más que un trozo de queque que aún llevaba una velita roja del reciente cumpleaños al cual había asistido.

Asimismo, en otro cuento una mujer confiesa a un cura su gran pecado: su amor por tres sacerdotes. Y va por el cuarto a quien describe bello e irresistible; resulta que la enamorada mujer ya tiene 80 años y el amor todavía le bulle en el cuerpo.

MUERTE DE LA PAREJA

El triángulo de la Chela que da título al libro es un relato que parece pasional por la muerte de la pareja y el suicidio de un tercero. Aquí la narradora nos brinda un intrincado caso donde ella demuestra sus admirables dotes de periodismo investigativo.

Descubre la complicidad de la chela y su pareja con el corrupto jefe de policía coludido con los mafiosos. Se trata de una pasada de cuentas de la mafia ucraniana. Otra mujer cobra con dinero en efectivo a las amantes de su marido mujeriego.

Finalmente, en los veintiún relatos de El triángulo de la Chela (la rubia) de Saballos, la voz narrativa nos toma de la mano y nos va llevando de detalle en detalle para sumergirnos en intrincados laberintos hasta llegar al clímax.

En estos relatos signados por la violencia, el amor como Alfa y la muerte como Omega nos conducen a finales impactantes e inesperados, característicos de los buenos cuentos, aquellos que terminan con un giro inesperado que los lectores quedan perplejos. Pongo de ejemplo El almohadón de plumas, del formidable escritor uruguayo Horacio Quiroga y el de Rubén El caso de la Señorita Amelia.

Cultura Ángela Saballos El Triángulo de la Chela archivo

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COMENTARIOS

  1. JIC
    Hace 10 años

    Fui amigo de Angelita cuando joven siempre fue muy guapa años de no verla pero viendo esta foto solo me queda decir que es como el buen vino Saludes guapa

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