Geraldina González C.
¿Cuál ha sido su trayectoria en el mundo del mercadeo?
Comencé en Walmart. Ahí estuve casi nueve años en el área de mercadeo. Aprendí a manejar el mercadeo de dos cadenas de tiendas: supermercados La Unión y Palí. Luego estuve durante 10 meses en Nestlé, y desde hace dos años y medio estoy trabajando para Grupo Monge.
¿Cómo ha sido la experiencia de tener un equipo de personas a su cargo?
El equipo de mercadeo es pequeño, se conforma por cuatro personas. Uno tiene que trabajar en equipo para que las cosas puedan salir a tiempo. Mercadeo implica ser muy creativo. Necesitas saber delegar en tu grupo para poder cubrir todas las tareas que tenemos como un solo equipo de mercadeo.
¿Cuál ha sido el mayor reto que ha tenido en su trayectoria?
Yo creo que abrir una tienda lleva su grado de complejidad. He participado también en promociones en las que se incluyen conciertos internacionales, y por la poca experiencia que tenía, ha sido de mis grandes retos. Pero las aperturas de las tiendas son importantes porque va desde cómo vestir la tienda hasta cómo decirle al cliente que esa tienda es para ellos y cómo hablarle al cliente de una localidad donde vos estás llegando.
¿Y cuál ha sido su mayor enseñanza?
Yo soy un ejemplo de que cuando te esfuerzas en algo puedes aprender. La gente no tiene una capacidad limitada; al contrario, en dependencia de la apertura que tengas para el aprendizaje, podrás hacer muchas cosas. Yo empecé prácticamente desde abajo. Antes de trabajar en mi carrera estuve trabajando en un negocio familiar con mi papá, donde aprendí que el amor al trabajo es indispensable para tener una trayectoria en la que vayas creciendo, porque realmente uno se puede acomodar donde está y quedarse en su zona de confort. Pero si quieres crecer, tienes que esforzarte en las cosas que estás haciendo y dar ese granito de arena adicional para que las cosas sucedan.
Fuera del puesto de gerencia, ¿cómo es Farah?
Soy una persona extrovertida en algunas cosas, pero también soy sencilla. Tengo mis dos hijas y trato de hacer un balance. La verdad es que ser mamá tiene sus implicaciones aparte, yo diría que es más difícil que ser gerente (risas). Ser la gerente de esas dos niñas es más difícil, tiene más retos. Una de mis metas, de mis razones de vivir, es el tiempo que pueda dedicarle a mis dos hijas. Como no puedo estar siempre con ellas por el trabajo tengo que darles tiempo de calidad y por eso realizamos actividades al aire libre de forma que tengamos contacto tanto con la naturaleza como un tema de familia.
¿Cómo es la relación con sus dos hijas?
Yo fui mamá a los 25 años. Mi hija mayor ya tiene 10 años y está entrando en la preadolescencia. Sí, es difícil, pero llevamos una relación más de amistad que de un tema de respeto. Creo que así uno se va ganando la confianza de sus hijos. Es un reto de todos los días. Estoy largo de ser la mejor mamá, pero creo que uno tiene que enfocarse todos los días en tratar de mejorar. Llevamos una relación de amistad y es algo que quiero cultivar para que esa relación vaya creciendo día a día y no alejarnos.
¿Qué pasatiempos le gusta realizar?
Me gusta hacer actividades al aire libre, ahorita estoy empezando a correr. Me gusta bailar, de pronto tomo clases de baile, pero luego las dejo. Me interesa hacer actividades que te involucren con la naturaleza y al mismo tiempo puedas hacer ejercicios al aire libre.
¿Planes a nivel personal y profesional?
A nivel profesional, estabilizarme. Tengo dos años y medio en Grupo Monge, que es una empresa que tiene todavía mucho por hacer y, por lo tanto, todavía puedo pasar algún tiempo aportando mi granito de arena a beneficio de la empresa. A nivel personal, tengo el proyecto de terminar mi casa y tratar de inculcarle a mis hijas los valores que mis padres me inculcaron a mí. La maternidad es un proyecto de vida que no termina.
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